Combustible a partir de llantas usadas: el reto de la nueva generación

Hace poco estuve pensando en pagar unos meses de gimnasio para “quemar mis llantas”, pero recordé que eso contamina si tenemos en cuenta la producción de sudor y el consumo de energía. Y bueno, como a mí me gusta cuidar el planeta preferí no hacerlo… aunque pensándolo mejor, fueron más excusas que otra cosa.

Pero en verdad, estas no son las llantas que realmente me afanan. Vivo con preocupación debido a la increíble fama que éstas tienen, y no estoy hablando de las llantas mías, sino las de los automóviles. Como dicen en los pasillos crea fama y échate a la cama”, y esta fama radica en que la mayoría de las llantas residuales están dispuestas como vemos en la siguiente imagen, muchas veces en sitios ilegales y en gran cantidad de casos se ven en quema abierta para la extracción del acero, creando un grave problema de contaminación ambiental.

Acumulación de neumáticos usados / Pixabay

Según un estudio realizado en la Universidad Santo Tomas, en Colombia se desechan entre 20 y 30 millones de llantas al año; es como si tuviéramos un millón de jirafas, una tras otra. Entiendo que esta cifra puede generar algo de pánico, lo cual lleva a que pensemos en ¿qué haremos con tantas llantas? Además de esta cifra hay que tener en cuenta que Colombia compra llantas usadas a otros países, es decir que, mientras otros países se liberan de sus residuos, nosotros recibimos más.  Es aquí donde cabe la siguiente pregunta: ¿qué tan suficientes serán las medidas que se han tomado para aprovecharlas?

Las llantas son un desecho que pocas personas quieren; y no sólo porque se generen en grandes cantidades, sino porque los tiempos de degradación son bastante extensos, ya que una sola llanta demora aproximadamente 100 años en degradarse. ¿Qué tiempo se requerirá para la descomposición de las llantas residuales que hoy día tenemos?

Una opción era los rellenos sanitarios, pero estos dejaron de ser el “Hotel de las llantas usadas”. Según el capítulo IV de la Resolución 1457 de 2010, está rotundamente prohibido abandonar o eliminar las llantas en todo el territorio nacional, disponer llantas en el relleno sanitario o enterrarlas, acumularlas a cielo abierto, abandonarlas en espacio público y quemarlas de manera incontrolada. Como la única opción que tenemos es reutilizarlas, se han generado diferentes alternativas, en donde estas llantas dejan de ser un residuo y se convierten en materia prima con el fin de ser incorporadas en otros procesos.

Actualmente, ellas son usadas como pisos de caucho (como los que usan algunos gimnasios, a los cuáles no voy), señalamientos, topes para estacionamientos, impermeabilizantes, relleno para canchas de pasto sintético, suelas de zapatos, agregante en la fabricación de asfalto, e incluso como combustible. Nuestra historia, valorando todas las opciones ya mencionadas, apunta a una posible solución que parece radicalmente diferente y que es la producción de aceite combustible a partir del caucho de las llantas usadas.

María Paola sí quema sus llantas

María Paola Maradei García, Ingeniera Química y docente de la Universidad Industrial de Santander, hace parte de ese grupo de personas interesadas en encontrar alternativas de reutilización a los desechos de neumáticos. Pero ella, en un pensamiento divergente, planteó, desde el grupo de investigación INTERFASE, que el caucho podría servir no cómo material sólido para los usos ya descritos, sino como materia prima para generar combustible. Para hacerlo, tendría que quemar este caucho, pero de manera especial.

Quemar caucho de manera incontrolada puede resultar una mala jugada con el ambiente, pero si lo hacemos de la manera correcta puede llegar a ser beneficioso para el mismo y para la industria. Y precisamente en eso se basan los desarrollos de Paola quien realiza quema de neumáticos para la obtención de aceite con el fin de ser utilizado como combustible. En la medida que escuchaba en qué consistía su investigación entendía cada vez más la razón de su labor como pirómana, según decían jocosamente sus allegados, pero que en esencia se trata de hacer combustión controlada de las llantas.

El proceso para hacerlo suena relativamente fácil. Inicia cortando el neumático en porciones muy pequeñas y retirando el acero que por lo general es usado en las construcciones. Estas porciones de caucho se someten a un proceso llamado pirólisis intermedia en una atmósfera inerte (sin presencia de gases) a una presión determinada y dentro de un reactor de lecho fijo. De este proceso se obtienen tres productos, un 30% de sólido carbonoso, 60% de líquidos y 10% de gas. El protagonista vendría siendo el aceite que en este caso le llamamos aceite pirolítico, y es el que vemos en la imagen a continuación.

Aceite pirolítico obtenido de llantas usadas / ALUNA

Según los análisis químicos de esta investigación, el aceite producido tiene un alto poder calorífico y por tanto un alto potencial para su aprovechamiento energético, por esta razón se convierte en un punto de partida para su aplicación en la industria como combustible.

Carbón pirolítico se le llama al material sólido que se genera del proceso de pirolisis. Este material podría ser utilizado como carbón activado, el cual se destaca por su capacidad para absorber químicos, metales y toxinas. Actualmente se usa para blanquear los dientes, combatir la inflamación abdominal, mejorar el aspecto de la piel, controlar los niveles de colesterol, combatir virus y bacterias, entre otros.

Bueno, todo esto suena perfecto y bastante interesante, pero ¿qué se hace con el azufre? Los productos derivados del proceso de pirolisis en llantas contienen azufre y este elemento no es muy amigable para nuestra salud ni para el ambiente ya que podría contribuir a la generación de compuestos que luego dan paso a la lluvia ácida. Eliminarlo es una opción, aunque el problema es que aumentaría los costos. Este mismo problema de contenido de azufre también lo tienen los actuales combustibles como la gasolina y el diésel.

El proceso de transferencia: la piedra en el zapato

La técnica es bastante innovadora, tiene mucho potencial, pero, ¿será fácil implementarla en la vida cotidiana? El producto que se obtiene directamente de la pirolisis es un aceite que puede ser transformado en combustible para el sistema automotor. Sin embargo, y según Paola, una de las dificultades para integrarlo en el funcionamiento de los automóviles es la normativa vigente hoy día en el país, la cual aún no favorece la implementación masiva de estas ideas innovadoras.

Un ejemplo claro de normativa que favorece este tipo de innovaciones es lo que sucede con la mezcla etanol-gasolina. La Resolución 789 de 2016 plantea como posible la mezcla del 90% de gasolina con 10% de etanol anhidro para mejorar la eficiencia de combustión en motores a gasolina y reduciendo emisiones de monóxido de carbono. Esta resolución hace entonces posible la mezcla, porque así lo exige la norma. Algo similar debería pasar con el aceite combustible a partir de la pirolisis de las llantas usadas.

Ahora, a pesar de las dificultades que se pueden generar esperando normativas de este tipo, actualmente la solución innovadora podría implementarse como combustible de calderas u hornos, ya que para este tipo de usos el aceite puede utilizarse tal cual como se obtiene del proceso pirolítico de llantas mencionado anteriormente.

Después de todo esto, quedan en mi mente infinitas ideas de negocio que se pueden llevar a cabo con estas llantas que para muchos podrían ser residuos incómodos, pero desde esta nueva perspectiva se podrían concebir como una puerta para el inicio de nuevas tecnologías y con esto, nuevos mercados. Nosotros somos los encargados de que los residuos realmente sean residuos, o que se puedan convertir en algo nuevo, en algo diferente, quizás en algo que le brinde soluciones a la sociedad.

Los residuos los generamos nosotros mismos, eso nos hace responsables, por lo tanto, es nuestra la tarea de cambiar la manera de pensar. La salud ambiental del planeta nos está mostrando que “usar y tirar” no es una opción. “Yo puedo ser agente importante para cambiar las cosas” fueron las palabras de Paola mientras nos contaba lo que la había motivado para desarrollar esta investigación. Escucha su historia que, realmente, estuvo cargada de inspiración, en el siguiente podcast:


Entrevistado: María Paola Maradei García
Docente, Universidad Industrial de Santander
Correo electrónico: mpaomar@uis.edu.co
Periodista: Sharitz Daniela Mantilla

Conceptos clave

  • Pirólisis: Se conoce así a la descomposición química de materia orgánica y todo tipo de materiales, causada por el calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxígeno.
  • Carbón activado: Carbón poroso que atrapa compuestos, principalmente orgánicos, presentes en un gas o un líquido. Es el purificante más utilizado por el ser humano.
  • Neumático: Pieza fabricada con un compuesto basado en el caucho que se coloca en la rueda de un vehículo para conferirle adherencia, estabilidad y confort.

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Palabras clave: llantas usadas, combustible, economía circular, procesos químicos, combustión, aceite pirolítico, carbón pirolítico, pirolisis

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