MAGIA. Esta palabra de manera inmediata me lleva a recordar las varitas, las monedas y los sombreros negros. Siempre he pensado que la magia es el puente entre lo visible y lo invisible. Y es que, realmente parece algo sobrenatural; ver una cosa y después ¡chaz! Desaparece. Imagínense una vida donde las cosas fueran así, y en donde algo que se asume como problema se pueda desaparecer, o al menos, convertirse en algo bueno. Quizás para nuestro caso, un escenario en donde nos gustaría ver esta magia es con los residuos sólidos que generamos. Sería un gran alivio, que nuestra creatividad y quizás no tanto la magia, nos lleve a disminuir los niveles de contaminación por residuos como los tenemos ahora. Y es que, no sé si han puesto a pensar, pero nosotros, los seres humanos, somos máquinas generadoras de residuos todo el tiempo, y lo peor es que somos maquinas sin fórmula para eliminarlos.
Lo anterior trae a mi recuerdo una frase que le escuché a un comediante “Cada vez que el hombre se mete en la naturaleza, mete la pata”. Pero, una buena medicina para comenzar a curar esto puede empezar primero por preocuparnos por lo que está pasando y crear estrategias para disminuirlos o controlarlos desde nuestra vida diaria, incluso, desde nuestro lugar de trabajo o empresa donde laboramos.
Los residuos siempre están presentes en el mundo
Se estima que a nivel mundial se desecha hasta una tercera parte de los alimentos para el consumo humano, generándose residuos desde el cultivo hasta su comercialización. Esto tiene sus propias dimensiones en nuestro país. Hablemos con cifras. Según un estudio realizado por La Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) y el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) en el año 2017, que se tituló Exploitation of agroindustrial waste in Colombia se producen 14.974.807 toneladas/año de café, palma de aceite, caña de azúcar, maíz, arroz, banano y plátano. Esta cifra es astronómica y la podríamos equiparar con aproximadamente 535.000 volquetas completamente llenas. Si estas las pusiéramos un tras de otra tendríamos una hilera aproximada de 3.200 Kilómetros.

Si este número nos asombra, más asombro nos puede producir la cifra de residuos que comúnmente se incineran o se depositan en el relleno sanitario, llegando a 71.943.813 toneladas/año que es cinco veces mayor que la producción agrícola reportada. Ante esta situación, el Departamento Nacional de Planeación de Colombia, había proyectado para el año 2018 que el 20% de los residuos que van al relleno fueran aprovechados e incentivar de esta manera el reciclaje. Pero el país aún sigue trabajando en esa dirección.
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