¿Cuál es el valor de la salud? La salud cuesta, pero no debería costar la vida, ni la integridad, de la diversidad de animales como conejos y ratones. Es difícil pensar que estas especies no puedan estar en su hábitat natural por encontrarse en fríos laboratorios, sometidos a diferentes tipos de experimentos que provocan una muerte lenta y dolorosa.
¿Se deben sacrificar las especies a cambio de la innovación? Las respuestas pueden ser variadas, pero hay esperanzas para los amantes de los animales, ya que la ciencia ha avanzado en el diseño de diferentes métodos para evitar las pruebas que se hacen en animales. Estas nuevas técnicas se aplican en el momento de hacer investigación científica para obtener nuevos tratamientos o medicamentos, y son resultado de una ciencia que avanza cada día con el fin de mejorarse a sí misma, y por lo tanto, beneficiar a todos los seres vivos, no solamente a los humanos. ¡Quédate para leer más!
El sufrimiento de los animales en los laboratorios
Según cifras ofrecidas por la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) cada año más de 100 millones de animales mueren al ser expuestos a diferentes procedimientos dentro de los laboratorios científicos, esto, solo en Estados Unidos, ¡imagínate si se sumaran los casos en otras partes del mundo!
Esta misma institución afirma que especies como perros, monos, conejos y ratones son subyugados a inhalar vapores tóxicos, a permanecer inmóviles en dispositivos de retención, sufrir irritación cutánea y ocular por los diferentes químicos que se les aplican y son confinados en espacios aislados y pequeños, lo les genera altos niveles de estrés.
No podemos negar que la experimentación con animales ha logrado avances en la ciencia y en la medicina. Algunos de los ejemplos que podemos nombrar son las diferentes vacunas que se han creado para prevenir enfermedades mortales, como el sarampión, meningitis y virus del papiloma humano (relacionado con el cáncer de cuello uterino). Además, estos métodos de investigación han permitido desarrollar tratamientos para algunas enfermedades como la diabetes, el SIDA, el cáncer y el asma (gracias a las experimentación con animales existen los inhaladores).
Por otro lado, la investigación con animales ha perfeccionado las técnicas modernas de cirugía, incluida la operación de reemplazo de cadera, los trasplantes de riñones y de corazón y las transfusiones de sangre. Asimismo, gracias al uso de animales se logró desarrollar las técnicas de escáner.
Sin embargo, diferentes instituciones que defienden la integridad de los animales afirman que la experimentación con estos seres no es efectiva, puesto que sus cuerpos difieren con el de los humanos en temas de anatomía, función de los organismos, metabolismo y nutrición, por lo tanto, afirman que el desarrollo de estos experimentos es completamente inútil (además de poco ético).
PETA afirma que algunas de las vacunas que se han fabricado para prevenir el VIH ha sido efectiva en primates, pero no en humanos. Además, entre los años 2003 y 2011, se realizó una encuesta para medir la efectividad de 4.500 fármacos contra el cáncer y los resultados fueron que en la primera fase de experimentación en humanos, el 93% de los medicamentos fallaron cuando habían sido exitosos en otras especies. El científico estadounidense Richard Klausner, exdirector del Instituto Nacional del Cáncer, confirmó que la búsqueda de la cura contra el cáncer ha sido efectiva sólo en ratones, pero no en humanos.
Adicionalmente, los resultados de los experimentos pueden variar ya que los animales están expuestos a un ambiente agobiante que les genera angustia. Por estas razones, el mundo científico, en compañía de diferentes organizaciones, han trabajado en diferentes alternativas para reducir el uso de animales en los laboratorios y acabar con el sufrimiento de estos seres al mismo tiempo que los procesos de investigación se vuelven más efectivos.
Algunas de las interesantes propuestas que se han desarrollado son las pruebas in vitro, los métodos in silico y los simuladores de pacientes humanos. ¡No te quedes con las ganas! A continuación te los explicamos con más precisión.
Pruebas in vitro
Las pruebas in vitro conjunto de técnicas que se usan para mantener con vida células, tejidos, órganos o partes de órganos fuera del cuerpo en un medio de cultivo. Ya se han llevado a cabo diversos proyectos con este tipo de técnicas para evitar el uso de animales. Un grupo de investigadores de la Universidad de Luxemburgo han creado tejidos cerebrales artificiales a partir de células madre de pacientes, que serán usados a fin de encontrar nuevas terapias para el parkinson.
Jens Schwambor, biólogo de esta institución, afirmó que: “Hay ciertas pruebas que demuestran que estos sistemas representan el proceso patológico de manera más realista que con animales. Por lo tanto, creemos que así, podemos reemplazar los experimentos con cobayas (roedor). Y no se trata solo de no utilizar animales sino también de ampliar las fronteras del conocimiento obteniendo resultados más significativos”.
Igualmente, en el Instituto Wyss de Harvard se desarrollaron órganos en chips, que contienen células humanas cultivadas en un sistema de vanguardia que imitan la estructura y función de los órganos humanos para la investigación de enfermedades pruebas de medicamentos y de toxicidad. Se ha demostrado que replican la fisiología, las enfermedades y las respuestas a medicamentos con mejor precisión que las pruebas con animales. ¡Impresionante! ¿No?
“Esto será muy útil porque es relevante para los humanos, porque estaremos usando células humanas” sostiene Geraldine Hamilton, científica del Instituto Wyss y Dan Huh, desarrollador tecnológico, agregó que: “La belleza de esta tecnología es que es muy sencilla y fácil, eso hará muchas personas podrán usarlo sin necesidad de entrenamiento, así como los biólogos, clínicos, químicos, es decir, personas que no tienen mucha fortaleza en la ingeniería”.
A continuación te mostramos una imagen de estos órganos en chips.
Métodos in silico
Estos métodos consisten en usar la información procedente de las bases de datos de los ensayos clínicos que se han llevado a cabo para predecir los efectos adversos de alguna sustancia.
Uno de los métodos alternativos a los llamados “modelos animal” son las herramientas bioinformáticas y el uso de big data o datos masivos, sobre todo a la hora de evaluar la toxicidad de un producto farmacológico. El grupo de Bioinformática Estructural y Biología de Redes del Institut de Recerca Biomèdica (Barcelona) desarrolló modelos predictivos con los que podían pronosticar qué nuevas estructuras químicas podrían tener un efecto adverso en la salud humana.
“Mi sueño es encontrar una cura para la enfermedad del alzheimer. Es obvio que los actuales enfoque farmacológicos para combatir enfermedades complejas no funcionan. Tenemos que arriesgarnos con nuevas estrategias, nuevas ideas” afirmó Patrick Aloy, quien dirige el grupo de investigación Bioinformática Estructural y Biología de Redes del Institut de Recerca Biomèdica.
Otro ejemplo es el proyecto diXa, dirigido por la Universidad de Maastricht (Países Bajos) , que reúne la información que se ha recopilado de las investigaciones realizadas por la Unión Europea con respecto a la toxicogenómica (una disciplina que estudia los efectos tóxicos de los químicos en el material genético).
El objetivo de este proyecto es utilizar estos datos para predecir los efectos que tienen algunas sustancias sobre los organismos como animales y humanos, para que así los investigadores tengan acceso sobre la seguridad de diferentes componentes sin utilizar animales.
No obstante, la fiabilidad de las predicciones de estos métodos no contribuyen a la toma de decisiones muy seguras, puesto que los efectos toxicólogos que generan algunas sustancias son el resultado de cambios en los procesos fisiológicos; en pocas palabras,es difícil que un computador iguale la complejidad de un organismo humano. Además, también falta estandarizar la información, puesto que no todos los países tienen acceso a los mismos datos para llevar a cabo estos métodos.
Simuladores de paciente humano
Son sistemas realistas computarizados que imitan enfermedades y lesiones y dan la respuesta biológica adecuada a las intervenciones médicas e inyecciones de medicamentos. Estos simuladores manifiestan una gran variedad de signos vitales como respirar, sangrar, convulsionar, hablar e incluso “morir”, esto, con el fin de estudiar fisiología y farmacología, evitando el uso de animales.
Los simuladores incluyen monitores de los pacientes simulados, y son controlados por computadoras personales que ejecutan interfaces de usuario gráficas.
Los usuarios pueden crear programas de escenarios que controlan automáticamente las simulaciones.
Así es como luce un simulador de paciente humano:
En agosto del 2020, Colombia se convirtió en el primer de Latinoamérica en prohibir el testeo de productos cosméticos en animales a través de la Ley 2047 de 2020, la cual tendrá vigencia dentro de tres años mientras el Gobierno y las industrias diseñan alternativas para probar los productos antes de venderlos. Las multas por el incumplimiento de esta ley oscilan entre los 49 millones y 130 millones de pesos colombianos.
La ciencia nace con las preguntas y necesidades que se han hecho los humanos a lo largo de la historia. Gracias a los diferentes interrogantes que se han hecho alrededor de los avances científicos, la ciencia se ha perfeccionado, llegando a ofrecer resultados mucho más exactos y procedimientos más adecuados para la protección de la vida misma. Las alternativas para disminuir la experimentación animal son un ejemplo de esto a la hora mejorar los descubrimientos en medicina.
En la siguiente imagen podrás ver un resumen de las alternativas que te mencionamos:
Así que desde ALUNA queremos que te respondas la siguiente pregunta: ¿Qué procedimientos científicos te gustaría mejorar? Porque la ciencia no es ciencia si no se generan preguntas constantemente.
Escrito por: María Lucía Sarmiento
Conceptos clave
- Experimentación animal: Consiste en usar animales vivos no humanos para la realización de experimentos científicos.
- Pruebas in vitro: Consisten en técnicas para realizar un determinado experimento en un tubo de ensayo, o generalmente en un ambiente fuera de un organismo vivo.
- Bioinformática: Es una subdisciplina de la biología y las ciencias computacionales que consiste en el manejo de la información biológica.
Referencias
¡Hola! Para acceder a las actividades ALUNA debes iniciar sesión con tu cuenta. Loguéate e inténtalo nuevamente.