“Caperucita Roja hubiese encontrado la casa de su abuela más rápido usando Google Maps, ¡qué tonta!” dijo entre risas mi prima de 7 años cuando le leí el famoso cuento de los hermanos Grimm. Al principio le di la razón, pero luego recordé la gran extraviada que tuvieron unos amigos en busca de una reserva natural, a pesar de que llevaban consigo Google Maps, y me di cuenta de que nada puede evitar que uno se pierda si no conoce al lugar al que se va a visitar. Ese día, cuando mis amigos se encaminaron a la dichosa reserva natural, en una hora cercana a las 7:00 p.m., me llegó un mensaje de una amiga diciendo que allí no había ninguna reserva y que terminaron invadiendo una propiedad privada con perros bravos. “No les vuelvo a creer ni a Nicolás” me dijo mi amiga, que se notaba decepcionada.
Sin embargo, no les vengo a hablar sobre las desgracias de mis amigos por vivir distraídos y por no saber usar las herramientas digitales; en este espacio les deseo hablar de Yair Molina, biólogo egresado de la Universidad del Tolima, quien ha propuesto una iniciativa que contribuye a ubicar, conocer, disfrutar y con esto proteger las reservas naturales teniendo como principal aliado las comunidades que viven cerca a éstas.
Ibagué y su gran tesoro de reservas naturales
Ibagué es la capital del departamento del Tolima, el cual está ubicado al centro-oeste de Colombia, en la Región Andina. Para que logren ubicarse mejor, les mostraré el siguiente mapa.

Todos sabemos que en Colombia tenemos una inmensa riqueza natural; lo hemos oído en los noticieros, en documentales, en nuestros colegios e incluso en los periódicos. Sin embargo, apuesto a que no sabían que Ibagué es uno de los lugares de Colombia que se caracteriza por su gran cantidad de reservas naturales, entre las cuales se encuentran la Lucía, la Primavera y Aguas Frías.
Yair le contó a ALUNA que la economía local en Ibagué no era muy buena y se tenía la necesidad de explotarla, pero ¿cómo se podía hacer eso? A Yair se le ocurrió una idea: Rednatur. ¿En qué consiste? Es un emprendimiento social que toma forma en agencia que busca impulsar el aviturismo y el ecoturismo en las reservas naturales y fincas agropecuarias de Ibagué. Para hacerlo, y es aquí en donde aparece la ciencia y la tecnología, Rednatur usa de manera organizada conocimientos sobre ciencias naturales y ornitología, los cuales acompaña con elementos necesarios para el avistamiento de aves (como binoculares, por ejemplo). Todo lo anterior lo construye a partir de la participación de las comunidades para que ellas mismas puedan ofrecer un producto de aviturismo a las personas que los visitan, para lo cual promocionan su iniciativa por las redes sociales. Una iniciativa en donde la apropiación social del conocimiento por parte de las comunidades es muy clara. Si deseas ilustrarte mejor sobre este emprendimiento, puede observar el siguiente video que realizó el Ministerio de Ciencias:
En un primer momento Yair, junto con un grupo de ornitólogos, hizo un estudio de 10 reservas naturales de la ciudad con distintas características (de las cuales no se tenía mucha información), esto con la intención de conocer las condiciones climáticas y las especies de fauna y flora que habitan en cada una. Se enfocaron en estudiar a las aves, y para esto instalaron redes de niebla con el objetivo de atraparlas, sin hacerles daño, y luego analizar sus características físicas.
Luego, Yair pensó en incorporar a la sociedad en esta iniciativa, ¿cómo lo hizo? Realizó talleres a los líderes de las reservas y a la comunidad sobre bases de la ornitología, es decir, sobre identificación de las aves, sus características y sus hábitos, para que así pudieran ofrecer un producto de aviturismo. Fueron en total 36 personas que lograron obtener la certificación, y para esto, estudiantes de la región realizaron una ficha sobre el estilo de vida de las aves de las reservas, que está próximamente a ser publicado como un libro.
Igualmente, se tuvieron en cuenta a los niños de los colegios. De cada institución educativa, el grupo de investigación se comprometió a pagarles las entradas y los refrigerios a 20 niños de cada curso, y desde las 8:00 a.m. hasta las 12:00 p.m. hacían una jornada de talleres sobre observación de aves y sensibilización sobre la conservación de las reservas. Para atraer más gente, los niños se comprometían a invitar a las reservas a otros 20 niños y 10 adultos.
El grupo acudió a los colegios del lugar para ofrecer clases de ciencias naturales, enfocándose en enseñarles sobre la importancia de conservar sus hábitats naturales, los cuerpos de agua y las zonas rurales. Con estas estrategias participativas, Yair y su grupo de investigación lograron llegar a más de 1000 personas con esta iniciativa. Además, también crearon una fanpage en Facebook en donde daban a conocer todas las actividades que se realizaban, para así poder promover su iniciativa a las personas de las otras regiones.
“Queríamos desarrollar un estudio participativo, en dónde no sólo estuviésemos nosotros los científicos, si no que en el proceso también se mezclara los habitantes de este lugar” nos dijo Yair.
¿Y tuvieron dificultades? Yair y su equipo de trabajo madrugaban a las 5 a.m. y duraban haciendo trabajo de campo hasta entrada la noche; sufrieron lesiones en su piel a causas de las numerosas caídas y también fueron víctimas de las picaduras de los zancudos. No obstante, son inconvenientes menores a lo que se logró, “gajes del oficio” como afirma Yair.
Estamos perdiendo nuestra riqueza
A pesar de que Colombia es un país muy rico en sus reservas naturales en dónde ideas como Rednatur serían muy útiles, muchos colonos y campesinos no ven el ecoturismo como una alternativa económica y, por el contrario, aún se insiste en formas tradicionales o ilegales de subsistencia. Es por esto que procesos de deforestación ilegales o actividades productivas sin planeación se acercan a nuestros bosques. En el 2018, Colombia perdió 197.159 hectáreas de bosque, y hasta agosto del 2019 se habían deforestado 105.000 hectáreas de zonas vegetales. Y lastimosamente, las reservas naturales llegan a ser las más afectadas por esto.
En febrero de este año 2020, pudimos observar como un gran incendio arrasó con la vegetación de los parques naturales de La Tinigua, la serranía de La Macarena y cordillera los Picachos (límite entre Caquetá y Meta), muy cerca de Caño Cristales, el río que se ha reconocido por sus 7 colores. Allí se estima que se perdieron alrededor de 2.000 hectáreas. De acuerdo con Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) los Parques Nacionales Naturales Sumapaz, Cordillera de los Picachos, Sierra de la Macarena y Tinigua han perdido 9.234 hectáreas de bosque (lo que en extensión de área comprendería más de 18.000 campos de fútbol) y han ocurrido 1.158 incendios forestales, solo este año.
Del mismo modo, según el director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), Rodrigo Botero, en los alrededores del parque natural Chiribiquete (Guaviare) se han perdido más de 1.000.000 hectáreas de bosque (que podrían equivaler a 2.000.000 de campos de fútbol) en los últimos tres años y entraron 550.000 cabezas de ganado. A pesar de que el 90% del Guaviare es zona protegida por normativas, entre el 2015 y el 2018 se deforestaron 23.071 hectáreas de bosques, cifra que equivale a más 46.000 campos de fútbol.
¿Cómo Rednatur contribuye a solventar esta crisis?
Si bien el proyecto no da una solución de forma directa (brindar clases de Ciencias Naturales o generar información no va a hacer que se detengan incendios o actividades ilegales en el uso de los recursos naturales), sí logra que las personas empiecen a ser conscientes de la importancia de los bosques y que por lo tanto se apropien y defiendan su territorio.
“Yo creo que no podemos conservar lo que no conocemos” afirma Yair, declaración que sonó contundente. ¿Cómo una persona va a cuidar aquella reserva que jamás ha visitado o que nunca ha sabido de su existencia? Puede que en los salones de clase los maestros repitan siempre la importancia de los bosques, pero hasta que las personas no se sensibilicen, no se tomarán acciones por parte de ellas para conservar las reservas naturales. Por lo anterior, es importante encontrar alternativas como Rednatur que permita ver la gran diversidad que existe en todos los ecosistemas naturales.
En complemento, la iniciativa de Yair permite que los campesinos vean que el ecoturismo una manera sostenible de generar dinero, que hay otras formas de “ganar plata” aparte de deshacerse de los árboles para desarrollar actividades agrícolas sin planeación o, incluso, actividades ilegales.
La iniciativa de Yair es una buena idea para lograr que las comunidades se apropien de sus territorios, sin embargo, ¿esto se puede aplicar en aquellas comunidades de la región amazónica, cuyos patrimonios naturales están siendo amenazados? ¿existen otras alternativas para lograr que las personas se concienticen de la importancia de las reservas naturales? ¿cuáles piensas tú que serían las mejores? Te dejamos estas incógnitas para que reflexiones y quizás seas tú el próximo líder de la protección de tu entorno natural.
Entrevistado: Yair Molina
PhD. en Ecología y Evolución
Correo electrónico: yair.molina@unibague.edu.co
Periodista: María Lucía Rojas
CONCEPTOS CLAVE
- Aviturismo: Consiste en la observación de distintas especies de aves en su hábitat natural
- Ornitólogo: Aquella persona especializada en el estudio de las aves.
- Redes de niebla: También conocida como red japonesa, es un sistema para atrapar animales que vuelan, principalmente aves o murciélagos
- Reservas naturales: Son lugares semiprotegidos, ya que en ellos habitan especies de flora y fauna que son de interés para el estudio y la investigación.
Palabras clave: Biodiversidad, bosques, ecoturismo, reservas naturales, aviturismo, ecoturismo, ciencias naturales, ornitología.
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