Cultivando sin tierra: una posibilidad que ofrece la hidroponía

¿Por qué todas mis plantas se mueren? Esa es la pregunta que siempre me hago con bastante tristeza. Ellas terminan marchitas, y según mis vecinos la causa es que se me olvida regarlas. ¡Qué difícil es cultivar! Afortunadamente en esta área también hay soluciones innovadoras que no solamente hacen más fácil, sino que a su vez permiten un mejor uso de los recursos naturales en la producción de alimentos. Este es el caso de la hidroponía. Lo más extravagante de esta forma de cultivar es que no se necesita tierra y tampoco hay que estar pendientes de regar nuestras plantas.

Este es un desarrollo tecnológico el cual se ha implementado en diferentes emprendimientos. Uno de estos es Hidrofarm S.A.S, empresa ubicada en la isla de San Andrés (Colombia) y construida por Faber González con el fin de contribuir a la soberanía alimentaria en el archipiélago, al mismo tiempo que se disminuye el consumo de agua en la agricultura.

La hidroponía y sus beneficios

En Hidrofarm S.A.S se lleva a cabo el sistema hidropónico NTF (Nutrient Film Technique por sus siglas en inglés), el cual ha sido el más aceptado en el mundo, sobre todo en aquellas regiones donde el agua es escasa. Este sistema consiste en la recirculación de una corriente de agua poco profunda (tanto que parece una lámina delgada), en la cual, están disueltos los nutrientes para las plantas.

El primer paso para cultivar es plantar los cultivos en un semillero en donde hay lanas de roca, que son espumas fabricadas a partir de roca volcánica. Éstas son apropiadas para esta función ya que son porosas, permitiendo que absorban el agua de forma eficiente.

En la siguiente gráfica te mostraremos como es este sistema hidropónico.

Sistema NFT / ALUNA

Luego, ya cuando la semilla germina, esta es trasladada a las canaletas en donde terminará su proceso de crecimiento. El tiempo en el que se tarda en ser trasplantada depende del tipo de planta; por ejemplo, la lechuga es llevada a la canaleta a los quince días de haber sido sembrada, en cambio, el tomate debe esperar un mes.

Gracias a un sistema de bombeo, se logra que los nutrientes diluidos en el agua se distribuyan por las diferentes canaletas, para que, de esta forma, los cultivos puedan adquirir de forma más efectiva los alimentos que necesitan y así desarrollarse de forma más saludable. Este es un sistema continuo, es decir, el agua siempre circula por las canaletas sin necesidad de que intervenga una persona.

Todo el sistema hidropónico está ubicado en lo que ellos denominaron una casa malla, que posee la estructura de un invernadero, pero el plástico es reemplazado por una malla anti-trips, la cual posee poros muy pequeños con el fin de proteger a las plantas de los insectos que las puedan dañar.

La estructura total del sistema hidropónico posee un área de extensión de 650 metros cuadrados (imaginémonos un rectángulo de 65 metros de largo por 10 metros de ancho). Además, tiene una capacidad de producción que les permite obtener una cosecha cada semana.

Ni siquiera el clima es un problema. De acuerdo con lo que nos narraba Faber, las temperaturas en San Andrés son muy altas (alrededor de 30 grados centígrados) y las hortalizas no sobreviven a esas temperaturas. Por ejemplo, una lechuga debe sembrarse en un clima templado, exactamente a 18 grados centígrados.

No obstante, gracias al sistema hidropónico, las lechugas se pueden cultivar en climas calurosos, ya que Faber y su equipo instalaron ventiladores al interior de la casa malla para refrescarla. Complementando esto, también hicieron uso de colores más claros en el suelo para no absorber tanto el calor del exterior.

La hidroponía ofrece muchas ventajas, entre estas, cosechas más rápidas, puesto que las plantas tienen todos los nutrientes a su disposición y no están en la necesidad de gastar energías en buscarlos, haciendo que requieran menos tiempo para crecer.

Por otro lado, hay menos desgaste del suelo debido a que no se utiliza para sembrar las plantas, ya que, como hemos mencionado, los cultivos se siembran en unas canaletas o tuberías. Por el excesivo uso de agroquímicos y otras malas prácticas agrícolas, el suelo va perdiendo su materia orgánica y su capacidad para degradar contaminantes orgánicos; en este sentido, se reduce el rendimiento de los cultivos y su calidad.

También se ahorra bastante agua; de acuerdo con cifras dadas por el Banco Mundial, la agricultura en el mundo consume el 70% del agua que se extrae. Ya en el contexto nacional, se extraen alrededor de 11.767 de kilómetros cúbicos de agua y más de 50% se destina al sector agrícola, siendo este el que más consume este recurso, de acuerdo con Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

En el sistema hidropónico el agua circula de forma constante, por lo tanto, se puede ahorrar alrededor del 75% del agua usando este tipo de cultivo, según las estimaciones realizada por Faber y su equipo. En este sentido, gracias al sistema hidropónico se consigue un uso sostenible de todos los recursos, evitando el desperdicio que se suele presentar en el cultivo en tierra.

El declive de la agricultura en el archipiélago

La economía del archipiélago de San Andrés y Providencia depende el turismo y el comercio, la cual es complementada por agricultura y la pesca artesanal, sin embargo, estas dos últimas no son suficientes para la subsistencia de la isla y, por lo tanto, la mayoría de los víveres deben ser importados a la isla. En la isla abunda el coco, la caña de azúcar, el ñame y el mango, no obstante, productos como las lechugas deben traerse del interior del país o de otros países, como Estados Unidos.

De acuerdo con la investigación denominada Diversidad biocultural, agricultura raizal y soberanía alimentaria en San Andrés y Providencia de la Universidad Nacional de Colombia, la decadencia de la agricultura del departamento surge por diferentes razones, pero la principal es la escasez de agua que hay en la isla, la cual, tiene diferentes orígenes.

En primer lugar, la isla es el departamento más afectado por la crisis climática, puesto que las frecuentes sequías afectan a los acuíferos, y, por lo tanto, no hay agua disponible para las actividades agrícolas. Por otro lado, las grandes cadenas de hoteles y el sector del comercio han acaparado el agua dulce de los diferentes acuíferos para sus actividades, generando que el agua sea escasa para uso doméstico y para la agricultura.

De la misma forma, en la investigación mencionada, se recogen testimonios de diferentes agricultores quienes afirman que hay poca mano de obra para la agricultura, ya que, los cultivadores de la región están en una edad muy avanzada y con graves problemas de salud, además, los jóvenes no se ven muy interesados en la agricultura.

En este sentido, la hidroponía sería una gran opción para llevar a cabo el cultivo de productos, puesto que con este sistema no se necesitan grandes cantidades de agua como lo requieren los cultivos en tierra; esto, debido a que el agua siempre está circulando. Asimismo, se ahorra en mano de obra, ya que el sistema hidropónico es automatizado y no requiere demasiada intervención humana.

Observa la siguiente gráfica para conocer de forma resumida las ventajas del sistema hidropónico.

Beneficios de la hidroponía / ALUNA

Con esta experiencia podemos destacar tres beneficios ambientales y sociales que genera la implementación de un sistema hidropónico: primero, un gran ahorro del recurso hídrico; segundo, contribuye a la seguridad alimentaria de las poblaciones al ser un sistema que puede construirse en cualquier lugar y por último, no requiere grandes extensiones de tierra, por lo tanto, no hay sobre explotación del suelo.

La vida no es color de rosa, pero tampoco gris

Uno de los principales inconvenientes para construir un sistema hidropónico es el dinero; de acuerdo con el relato de Faber, ellos tuvieron que invertir al inicio 110 millones de pesos colombianos, y con el pasar el tiempo y mientras el proyecto iba creciendo, gastaron 700 millones de pesos en temas de ampliación y mejoramiento de la estructura.

Por otro lado, también se requieren diversos conocimientos para levantar y mantener un buen sistema hidropónico. De acuerdo con Faber, es necesario saber sobre plomería, sistemas eléctricos y química básica, los cuales, muchas veces no están a disposición de los campesinos y cultivadores, quienes están acostumbrados a una forma de cultiva más intuitiva.

No obstante, Faber tiene la esperanza de que este sistema se masifique en la región para que de esta forma haya seguridad alimentaria en la isla, se contribuya a la economía del departamento y, lo más importante, no haya un gasto excesivo del agua para estas actividades agrícolas.

Hidrofarm ha tenido acogida en el departamento, por lo que sus productos son muy bien recibidos por los habitantes locales. Venden sus hortalizas a restaurantes, hoteles y supermercados, además, utilizan sus redes sociales para llegar a más clientes.

Detrás de este emprendimiento está Faber González biólogo y magister en medio ambiente y sostenibilidad, quien ha dedicado desde el 2014 todos sus
esfuerzos a la construcción de Hidrofarm. Faber se suma a la larga lista de colombianos que han decidido estudiar y con su conocimiento, contribuir a la generación de mejores condiciones para conservar nuestro planeta.


Entrevistado: Faber González
Gerente de Hidrofarm S.A.S.
Correo electrónico: correo.hidrofarm@gmail.com
Autora del artículo: María Lucía Sarmiento Rojas

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