Bocatto di cardinale: Así es el “chachafruto” en procesos de reforestación

¡Mango biche para comer con limón y sal! Esa es una de las delicias del campo. Recuerdo que cuando era pequeña una de las distracciones con mis primos era bajar pomarrosas y cuando el calor superaba sus límites, ir bajo los árboles era el lugar perfecto para huir de él y comer nuestro mango biche, por la sombra y frescura que allí encontrábamos. Después de unos años, los árboles fueron cortados. Estas partes fueron vendidas como leña y otras fueron aprovechadas en los quehaceres de aquella finca.

Esta actividad de aprovechamiento de los árboles, cuando se hace en grandes proporciones, sin planeación y especialmente, sin reposición de los recursos tomados, es lo que normalmente conocemos como deforestación. Este artículo, reconociendo este problema como uno de los más significantes a nivel mundial, comparte una solución en un municipio de Colombia, la cual inspira para que muchas otras soluciones se puedan implementar. El actor principal, además de las personas que se consagraron a esta tarea, se llama coquetamente chachafruto, del cual sabremos más adelante.

Una mirada a la deforestación, para comprender la magnitud del problema

La deforestación se define como el proceso en el cual el ser humano destruye o agota la superficie forestal, generalmente para usar la madera o para dar espacio a algo más en el territorio en donde existen árboles. Por supuesto, detrás de esta actividad hay “alguien” calculando el agotamiento de este recurso. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), es el encargado de calcular la cantidad de bosque que pierde Colombia. Por lo anterior, en el año 2018, este instituto reportó una pérdida de 197.159 hectáreas de bosque, cifra equivalente a dos veces el área de Bogotá. Además, el 70% de esta pérdida se concentra en la Amazonía.

Cosnecuencias de la deforestación / ALUNA

¡La deforestación en Colombia no tiene freno ni en pandemia!

En la época donde todos tuvimos que estar en casa debido a la pandemia, diferentes medios de comunicación compartieron cómo los animales aprovecharon nuestro tiempo en casa para salir a dar un paseo por las calles y cómo la naturaleza en sí reflejaba ese sentimiento de libertad. Sin embargo, como todo no es color de rosa, algunos bosques no pudieron sentir esta misma libertad. En la revista Semana y EL TIEMPO fueron publicadas noticias relacionadas con tala y quema de árboles. Una de estas noticias, reportada por EL TIEMPO en abril del 2020, corresponde a un suceso ocurrido en una vereda del municipio de Puerto Gaitán, Meta, donde se hallaron 3 hectáreas quemadas y taladas. Mientras unas personas acataban las restricciones nacionales por el nuevo coronavirus, otros, en cambio, aprovechaban este tiempo para atentar contra los bosques.

La reforestación devuelve la esperanza a los bosques

Una de las alternativas para devolverle la vida a los bosques es la reforestación, que consiste en la conversión de un área que estuvo forestada (contenía árboles), pero fue deforestada. La forma de hacer esta reforestación es a través de la plantación, semillado o promoción inducida por el hombre para que se tenga una regeneración natural.    

La reforestación lleva consigo muchos beneficios, como por ejemplo la protección de especies, proporción de hábitat para una vida silvestre, mejorar nuestro filtro de aire natural, mitigar los efectos del cambio climático global y proteger las cuencas hidrográficas.

Esta última ventaja, fue precisamente la inspiración de Leandro Barragán Nieto, profesional en Ciencias Sociales para reforestar la microcuenca del Gallinazo, ubicada en la vereda San Francisco, en el municipio de Ibagué, Tolima.

El “Chachafruto” como una opción para reforestar

La microcuenca del Gallinazo se ubica cerca a diversas áreas productivas, principalmente siembras de café. La ampliación de este cultivo, sin planeación y sin tener en cuenta condiciones de entorno, comenzó a repercutir de manera negativa sobre la cobertura vegetal de la quebrada en torno a su nacimiento. Además de lo anterior, se presentaba un manejo inadecuado de prácticas agrícolas como, por ejemplo, el uso de agroquímicos de alto impacto, que terminaban depositándose en esta quebrada.

Con el propósito de recuperar la quebrada de esta microcuenca, en el año 2017 se conformó una asociación con 25 familias de la región para trabajar en este proceso de recuperación por medio de la reforestación. Esta asociación se denomina Agrochac que significa Asociación Agropecuaria y de Chachafruteros.

Agrochac inició un proceso de investigación sobre la problemática del monocultivo del café y la manera como podrían solucionar ese problema que, según su análisis, era causa predominante del deterioro de la microcuenca. Se dieron cuenta que había algo muy particular en el lugar y era la presencia significativa de árboles denominados chachafrutos, los que en su momento no estaban siendo aprovechados. De ahí surgió la idea de indagar y consultar a fondo sobre sus propiedades y sobre cómo podría beneficiar a las comunidades aledañas y al mismo tiempo aportar en el proceso de recuperación de la microcuenca.

Finalmente, el chachafruto, también como conocido como balú, fue elegido para reforestar este espacio, y fue elegido porque además de ser familiar de las leguminosas, es un árbol de rápido crecimiento, aspecto que es crucial en la reforestación. Se encontró que en un año de siembra éste puede crecer hasta 1,20 metros y a los dos años (que es la edad productiva) 2 metros y medio. Este rápido crecimiento facilitó que se lograra reforestar la microcuenca “Gallinazo” con más de 20.000 árboles de esta especie. Además, el chachafruto es reconocido por ser “madre agua” debido a su capacidad de retención de humedad y porque posee nódulos en sus raíces que permiten la fijación de nitrógeno en el suelo.

En materia agroindustrial, es importante reconocer algunas de las características de este árbol. Los participantes de la iniciativa encontraron que el chachafruto es una especie vegetal que brinda alta cantidad de proteína por hectárea cultivada. Comparativamente, mientras un cultivo de soja produce 2 toneladas y media de proteína por hectárea cultivada, el chachafruto puede producir de 7 a 8 toneladas de proteína por hectárea. Bajo esta premisa, la producción de chachafruto podría solucionar problemas de uso de altas cantidades de hectáreas en la medida en que como se observa, produce más proteína en menos espacio. En complemento, tiene nula producción residual y agroquímica a diferencia de otros productos como la soya.

En la siguiente imagen se puede apreciar cómo podemos identificar este árbol y su fruto:

El chachafruto o Balú / Agrochac

Sin duda, el estudio y reconocimiento de estos productores sobre la capacidad de este árbol permitió que en su asociación Agrochac, entidad sin ánimo de lucro, se estableciera una planta de producción, de la cual actualmente se obtienen diferentes productos, algunos de ellos se presentan a continuación:

Subproductos del chachafruto / Agrochac

Una barrera que no fue impedimento para continuar con el proyecto

A pesar de las ventajas y el potencial del chachafruto, en algunas ocasiones se presentaron barreras que giraban en torno a la cultura y las costumbres de los pequeños productores de la región. La barrera principal se presentaba en el momento de persuadir a algunos finqueros sobre la necesidad de proteger la microcuenca y comenzar a sembrar chachafruto, además sobre las potencialidades ambientales y agroindustriales que ofrecía esta especie. Esto solía suceder porque el pequeño productor se encontraba muy relacionado con el monocultivo del café, y por esta razón sus actividades estaban dirigidas principalmente a la ampliación de estas zonas de cultivo, zonas que pueden llegar a ser áreas protectoras de quebradas, como es el caso de la microcuenca Gallinazo. Pero, como la perseverancia es la clave del éxito, se realizaron diferentes capacitaciones en las que se compartían principalmente las características nutricionales y familiares del Chachafruto hasta lograr el objetivo de crear la asociación y de allí comenzar a generar alternativas productivas.

Finalizamos este articulo compartiendo con ustedes el siguiente podcast donde además de resaltar el potencial de esta especie en ayudar a recuperar ecosistemas, podrás conocer el punto de vista y algunos consejos de nuestro entrevistado Leandro Barragán Nieto.


Entrevistado: Leandro Barragán Nieto
Representante legal de Agrochac
Correo electrónico: barragan.leandro@gmail.com
Periodista: Sharitz Daniela Mantilla Escobar

Conceptos clave

  • Deforestar: Es la disminución o eliminación de la vegetación natural. Las causas principales que producen este problema son: la tala inmoderada, el cambio de uso de suelo para la agricultura, la ganadería y el establecimiento de espacios urbanos, así como los incendios naturales y provocados.
  • Reforestar: Es un método para revertir el daño causado por la deforestación que consiste en plantar árboles donde ya no existen o quedan pocos, para que se desarrollen adecuadamente y puedan regenerar un bosque.
  • Chachafruto: El balú o chachafruto es un producto nativo de la región de los Andes y crece entre los 300 y 2.600 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, su fruto se obtiene principalmente entre los 1.000 y 2.300 metros.

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Palabras clave: Reforestación, árboles, naturaleza, aprovechamiento de residuos, residuos agrícolas, frutos, chachafruto

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