Montesol ‘se pone la capa’: Productos de aseo personal que combaten los plásticos de un solo uso

¡Hola, alunáticos! Cuánto tiempo ha pasado… Este mes ha sido particularmente frío; así que traigan su taza de café favorita y pónganse cómodos para este nuevo artículo.

Con el regreso de la presencialidad en la vida cotidiana, la universidad se hace cada vez más exigente para mí; sin embargo, las risas que provocan mis amigos transforman el estrés en felicidad. 

Así, entre tareas, actividades culturales y deportivas y charlas interminables he aprendido inusualmente ciertas cosas de los hombres. Primero, adoran a sus panas; segundo, algunos son bastante orgullosos y, tercero, les preocupa su cabello. ¡Sí! Sí leyó bien, querido lector. La cabellera es el tema que le roba el sueño a múltiples caballeros. Ja, ja, ja, creo que eso último se lee redundante. 

En fin, he visto la intranquilidad; una intranquilidad que no les permite concentrarse o les produce hasta ojeras —¡exacto! No solo las mujeres tenemos ojeras—. “Cami, pero no me puedo peinar… ¡Es horrible!”, “tú no entiendes, jamás tienes el cabello grasoso”, “así no conseguiré novia”; son algunos de los comentarios que he oído estos días en los pasillos de la institución.

La situación me parecía irónicamente tierna; por ende, me puse manos a la obra… o mejor dicho: ¡manos al cabello! Pasé tardes enteras preguntándole a los chicos qué les parecía su pelo.

“¿Se siente a gusto con su cabello?” inicié con un poco de picardía en mi tono de voz.

“Pues sí, odio que sea graso, pero qué más puedo hacer; ningún shampoo me sirve “ respondió Nicolas.

“¿Qué es lo que más y menos le agrada de su melena?”

“Hmmm… ¿Melena? No sé qué es más raro, Cami… tus preguntas o que las responderé. Bueno, sin ánimo de presumir, amo el color; pero, con ánimo de avergonzarme, me molesta la resequedad” reflexión Christian. 

De igual forma, busqué algo que los ayudara… Algo especial que no dañara el medio ambiente con más plástico; todo, sin imaginar el tesoro que hallaría; no era plata, oro o un gran diamante… o tal vez sí, uno llamado Montesol. 

¡Alto ahí, apreciado lector! ¿No le causa curiosidad conocer un poco más sobre los efectos negativos de la problemática en cuestión? Sé que sí, entonces, esta ilustración es perfecta para usted:

Pero, ¿para qué ‘se pone la capa’ Montesol?

Añadiendo a lo expuesto en la gráfica, y como sabemos, los productos de cuidado personal están en nuestra habitación, en el baño, en la cartera o el bolso; no obstante, ¿sabías que algunos pueden afectar nuestra salud? ¡Sí! Lo que acabas de leer. Empecemos con los jabones antimicrobianos (los que ayudan a controlar las infecciones en los pies), en este caso, algunos han incorporado sustancias como el triclosán (agente antibacteriano y fungicida) que se asocia a problemas hormonales y contaminación de la leche materna. 

Prosiguiendo, ciertos champús infantiles, jabones líquidos y geles para el cabello contienen formaldehído (una sustancia química inflamable que se asocia a problemas como la sensibilización cutánea, cáncer y erupciones). Asimismo, se han detectado distintas sustancias como la hidroquinona, las nitrosaminas y los parabenos que se relacionan con el cáncer, efectos en el desarrollo y la reproducción. Todo esto lo asegura el programa Salud Ambiental en la Escuela – Por una vida más sana. 

¡Ahora sí! A continuar con esta aventura. Montesol apareció en mi investigación como una innegable sorpresa; no solo podría calmar las inseguridades de los chicos en la universidad, sino afectar lo menos posible a la naturaleza. De este modo, les contaré un poco del emprendimiento colombiano que ha ahorrado al planeta más de 8.000 botellas de plástico desde el 2018.

La génesis de un cambio

Hace cuatro años, en medio de los increíbles paisajes de una nación lejana conocida como Colombia, habitaba un joven ingeniero mecánico de profesión y emprendedor de vocación, cuyo entusiasmo lo llevó hasta lo que es hoy en día: un promotor de la sostenibilidad y la preservación del planeta. 

Pero, ¿cómo fue dicho proceso? Camilo Molina apostaba por nuevas oportunidades y, en medio de lo que él denomina “un chispazo”, pensó que tendría más sentido usar un shampoo sólido que líquido… Así es, ¡un shampoo sólido! De ahí nació Montesol, una empresa dedicada a la venta de productos de aseo personal y cosmética sostenible (natural). 

“Hice una búsqueda al principio y encontré que en el exterior ya había productos así, pero en Colombia no; entonces tenía la oportunidad en el mercado”, recordó nostálgicamente el protagonista de esta historia, mientras añadía que en el 2018 se presentó a un concurso, promovido por la Alcaldía de Medellín, llamado Capital Semilla, en el cual resultó ganador en la categoría de Innovación. Aquel momento se convertiría en el punto de partida para masificar la producción, obtener el registro Invima necesario para este tipo de productos y centrarse en temas de marketing.

Con lo anterior, transcurrieron tres meses en los que Camilo vivió una época de ensayo y error. Hacía las primeras versiones de sus productos en la casa de su mamá con las ollas de ella y comprando los insumos que faltaban. De esta manera, probó todo en él mismo para asegurarse de que funcionara sin daños.

“En Montesol consideramos que somos una mezcla entre lo tradicional y lo artesanal; realmente, yo creo que las bondades de esto es que son productos naturales y que conservan el medio ambiente. Por eso, se debe escalar en la industria para que llegue a la mayor cantidad de personas posible”, aseguró el joven emprendedor. 

Al pasar el tiempo, un laboratorio se unió al equipo y actualmente es quien se encarga de la elaboración de los productos, no sin que la mente estrella esté presente para crear los prototipos. Ahora bien, la fabricación del 95 % de lo ofrecido se hace con un proceso conocido como saponificación (reacción generada por la formación de jabones). Camilo explica que, cuando se quieren crear sólidos, se debe emplear una mezcla entre sales y grasas.

Respetado lector, esta humilde escritora sabe que su curiosidad por conocer más sobre los productos Montesol es enorme; entonces, ¡tranquilo! La espera ha terminado.

Hecho en Colombia, hecho para ti

Para desarrollar hábitos de consumo sostenible y concientizar a las comunidades sobre el cuidado medioambiental, este emprendimiento ha ideado los siguientes productos (especiales para hombres) sin plástico de un solo uso.

  • Crema de Afeitar Sólida: Ideal para reemplazar los envases de espuma de afeitar que son difícilmente reciclables, debido a la cantidad de materiales que los componen y que son casi imposibles de separar.Algunos de sus materiales son el aceite de coco y perfume. Asimismo, el uso consiste en tomar la barra sólida para afeitar, humectarla con un poco de agua, frotarla con las manos para generar espuma, aplicar sobre la piel de la cara o el área deseada (de forma suave) sin tener contacto con los ojos, masajear por un minuto, realizar el afeitado y enjuagar con agua. 
  • Desodorante Menté: “Este desodorante en barra Menté (aceites esenciales menta y árbol de té) + aceite esencial de limón y piedra alumbre, cuenta con activos antimicrobianos naturales que ayudan a neutralizar malos olores corporales, además de nutrir y acondicionar la piel. Contiene piedra alumbre que ejerce su principal función como bactericida, al eliminar las bacterias que fermentan el sudor, el aceite de árbol de té que es antibacteriano, aceite de limón y aceite de menta para mantenerte fresco todo el día”, informa Camilo, a través de la página web de su empresa. No obstante, querido lector, si se ha usado recientemente desodorante de “línea normal”, lo recomendable es dejar adaptar el producto natural por un periodo entre 15 y 30 días. Ingredientes: manteca de cacao, aceite de coco y del almendras, cera de abejas, vitamina e, entre otros. 
  • Shampoo Sólido: De hierbabuena para cabellos grasos y de café para cabellos secos o mixtos. Producto sin plástico de un solo uso (completamente natural, sin sal ni parabenos) que dura entre 120 y 140 lavadas (se ahorra tres o cuatro botellas de plástico por cada barra).

Otros artículos que ofrece Montesol son: el acondicionador sólido de hierbabuena, la colonia sólida sornero, el jabón de treinta segundos y la cuchilla de afeitar compostable. 

Como pudo observar, estimado lector, Montesol es una marca comprometida con el planeta y, por ende, sus productos se caracterizan por la biodegradabilidad en las aguas, pues poseen menos químicos y algunos de sus materiales se traen desde la Amazonía colombiana, ¡una excelente noticia para la Tierra!, ¿no? “Estamos muy comprometidos con que los productos sean naturales y que no afecten la vida; entonces, la ventaja de que sean sólidos es que no tienen conservantes”, señaló Camilo.  

Sin embargo, ¡las sorpresas no acaban aquí! Los empaques también ayudan al medio ambiente, ya que son hechos con pulpa de papel que proviene de la caña de azúcar (biodegradable); lo cual reduce el consumo de agua, energía y la generación de residuos. 

En este punto, reflexiono sobre lo increíble y valiosa que puede llegar a ser una idea con la preservación de la vida. No obstante, emprender para la Tierra no es sencillo.

Oportunidad y necesidad: La disyuntiva de Camilo

Iniciar con Montesol no fue tan fácil como muchos creen; de hecho, para nuestro alunático fue un momento complejo porque las deudas le llegaban al cuello y sus padres se mostraban preocupados por ello. A su vez, había una barrera que no lo dejaba avanzar como deseaba: el recelo de la gente ante un producto nuevo en Colombia. 

“De las cosas más duras al principio fue el concientizar a la gente (tema cultural) y el capital. Estos cuatro años realmente han sido de trabajar con las uñas, creatividad y recursividad. A las personas, en ese tiempo, no les agradaba la idea de un shampoo sólido”, manifestó Camilo. 

Actualmente, tiene sesenta distribuidores en el país y su sueño es asociarse con almacenes Éxito y Carulla, expandirse a hoteles y vender en otras partes del mundo. “En este momento somos una empresa totalmente familiar. Mis papás que ya están jubilados son la cabeza de Montesol; mi madre se encarga de toda la parte comercial y de los distribuidores y mi papá de la logística como los envíos y empaques”, dijo alegremente nuestro protagonista. 

A nuestros jóvenes lectores, Camilo les recuerda que para cumplir los sueños es indispensable el cariño por lo que se hace, tener las metas claras y trabajar duro. Asimismo, no hay nada más gratificante que sembrar pequeñas semillas en pro del medio ambiente porque, en unos años, darán gratificantes frutos. 

Con lo expuesto en este artículo, querido lector —y amigos de la Universidad— hemos llegado al final… ¡pero no al final de Montesol! Seguramente, Camilo y su equipo todavía tienen mucho por ofrecer a la Tierra.


Entrevistado: Camilo Molina
Escrito por: Camila Andrea Álvarez (Semillero ALUNA).

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