Existen personas o familias enteras que gustan de la compañía de los perros, los cuidan y los protegen porque también forman parte de su familia. ¡Yo amo a los perros! Me parecen animalitos preciosos y precisamente, me he enterado que en la actualidad han surgido distintas asociaciones sociales encargadas de la protección de aquellos canes que han sido abandonados o que viven en la calle.
Con respecto a lo anterior, la organización Protección Animal Mundial en el año 2018 estima que hay alrededor de 5.3 millones de perros en situación de calle en Colombia. ¿No es terrible? ¡El corazón se me parte al saber esto! Y creo a muchos de los que me están leyendo también, ya que imaginar es doloroso imaginar que estos pobres animalitos sufren por el calor y la lluvia.
Pero lo más preocupante es que los perros abandonados, al igual que los que están en casa, pueden provocar varios problemas ambientales. Entre estos se encuentran sus heces; “¡Iug!” Es lo que de seguro pensarás, y sí, sus excrementos dan algo de repulsión, pero es más preocupante lo que causan en la salud de las personas. Según lo que sostiene la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), la toxocariosis, producida por el parásito denominado toxocara canis, es transmitida por la materia fecal de los perros y su fase larvaria se encuentra en las heces.
De esta forma, los niños pueden ingerir el parásito cuando comen tierra, mientras juegan en un parque o jardín. El parásito toxocara canis puede causar una distensión abdominal leve, problemas gastrointestinales y hasta ceguera; esto sucede porque el toxocara canis se convierte en un parásito errático al darse cuentoa que no está dentro de un perro, por lo que se “estresa”, y se va a órganos como el hígado y la cámara ocular.
Adicionalmente, la UNAM afirma que las personas pueden infectarse de ancylostomosis a causa de la presencia de materia fecal de perro en suelos arenosos. Esto sucede si caminamos descalzos por un lugar en donde haya heces de perros, o si manipulamos tierra e ingerimos alimentos sin lavarnos las manos. La ancylostomiasis puede provocar erupciones en la piel y molestias en el estómago (si te infectas de esto probablemente no podrás comer tu hamburguesa favorita).
Entonces… ¿qué hacemos?
Precisamente, para evitar ese malestar nació la empresa EcoPoop SAS, una idea empresarial (ubicada en Envigado, Antioquia) que busca el manejo responsable de las heces de las mascotas, convirtiendo esos desechos en abono.
Para realizar esto, EcoPoop tiene instaladas canecas en diferentes puntos residenciales, las cuales vienen acompañadas de palas, que sirven para que las personas recojan los excrementos de sus perros, y luego las depositen en dichas canecas. Estas canecas contienen microorganismos que capturan el carbono de los desechos, lo convierten en vitamina H, haciendo que se libere oxígeno. De esta forma, Ecopoop logra capturar 2200 kilogramos (kg) de dióxido de carbono (CO2) por tonelada de excremento procesado, liberando al medio ambiente 63 kilogramos de oxígeno.
Posteriormente, dos veces por semana, el equipo de Ecopoop recoge los excrementos que allí se depositan y después son llevados a una finca, en donde son procesados. Dicho excremento es mezclado con aserrín, y luego del transcurso de dos meses, se convierte en abono nutritivo para las plantas.
Las bolsas que se depositan en los contenedores también se procesan, ya que se separan de los excrementos, son desinfectadas y se incorporan al ciclo de reciclaje.
Actualmente, tienen puntos de recolección en Cali y en Medellín. Los principales clientes de EcoPoop son los administradores de edificios, a los que les ofrecen un contenedor que puede durar entre 5 y 6 años (el cual cuesta entre 2 y 2,2 millones de pesos colombianos). También es importante tener en cuenta el mantenimiento, pues la limpieza se hace dos veces por semana, y ese servicio tiene un costo aproximado de $160.000 mensuales.
Igualmente, esta empresa ofrece bolsas biodegradables para que los dueños de mascotas eviten usar bolsas plásticas, ya que una sola bolsa lleva de 150 a 500 años en descomponerse, y cada mascota utiliza mínimo tres al día.
La mente maestra detrás de este negocio es Adriana Bedoya, una diseñadora de modas, pero que se ha dedicado a construir este proyecto ambiental. La idea surgió cuando su hija tuvo una infección vaginal debido a una bacteria que provenía de las heces de su mascota. Adriana no quería que ninguna familia pasara por eso, así que decidió iniciar con esta idea, en pro del medio ambiente y la salud de las personas.Lamentablemente, no pudimos hablar con Adriana directamente, por eso te invitamos a que mires la siguiente entrevista:
Todo lo que aprendimos
Así, nos damos cuenta que existen muchas opciones para que las heces de los perritos no representen un problema de salud. No obstante, esta innovación va dirigida a los perros que tienen tutor, así que, ¿qué pasa con los perros callejeros? Es posible que algunas personas usen este kit para limpiar los excrementos que están en las calles, sin importar que no sean de sus mascotas.
Pero… todavía queda la incógnita sobre qué estrategia se podría realizar con el fin de disminuir la cantidad de perros callejeros que hay. Por eso, amado lector o lectora, te invitamos en ALUNA a pensar en alguna iniciativa que pueda ofrecerle un hogar a todos estos canes que no tienen un lugar a donde ir.
Mientras, estaremos al tanto de cómo evoluciona EcoPoop y de las nuevas propuestas que se hagan al respecto en Colombia.
Escrito por: Meelyn Alquichides (Semillero ALUNA)
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