‘Soplaré y soplaré y esa casa no derribaré’: la casa hecha de plástico que llega a salvar este cuento

“¡Ya viene! ¡Ya viene! Y las opciones son escasas”.

“¡Ya no quedan más árboles que talar!”

“¿Ahora los demás con qué construirán sus casas?”

“No hay de otra… deberán reciclar”.

Al querido lector que conoce ese cuento de tres hermanos cerditos que construyeron sus casas con diferentes materiales; quiero avisarle que hoy la historia es diferente, pues ya no tenemos al Lobo Feroz como némesis, ahora luchamos con algo más peligroso que podría conllevar la destrucción de nuestro hogar (ya no se trata de derribar casitas).

Ese enemigo que es producto de nuestro paso por este mundo tiene hoy un oponente digno, y se trata de la Fundación Botellas de amor, la cual se encarga de reciclar el plástico que generamos y arrojamos a la basura para transformarlo en listones de plástico reciclado. Con estos construyen viviendas, parques o diferentes infraestructuras de interés social. 

Lo especial de este proyecto en favor del medio ambiente y la comunidad, es que todo empieza con botellas llenas de plástico reciclado que las mismas personas proveen como materia prima a la fundación. Esas botellas llenas de amor son las que van a ayudar a salvar nuestro planeta, ¿quieres descubrir cómo?

La historia que hoy les voy a contar está lejos de ser un ‘cuento’, pero no hay de qué preocuparse el héroe de esta historia es fantástico y lo mejor… ¡Es real!

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Había una vez… un mundo lleno de plástico

Usted revisa su caneca de la basura y ¿qué es lo que más encuentra allí? ¡Plástico! Bolsas, empaques y envoltorios de productos que compró. También encuentra la carta que le dio su ex… ¡ups! Bueno, eso no es plástico, pero sí es basura, ¡en fin! Varios de los artículos que usamos en nuestras casas están elaborados de plástico y los botamos sin medir el impacto medio ambiental que están provocando. 

Según la revista económica Portafolio, en Colombia se producen 1,4 millones de toneladas de materiales plásticos por año, esta cifra es preocupante teniendo en cuenta que reciclamos muy poco este material. Pues, según el Ministerio de Ambiente, en un estudio sobre qué materiales son los más reciclados, el plástico solo tiene un 26% de representatividad, esto quiere decir que es muy escaso su aprovechamiento cuando se trata de reutilizarlo. 

¿Qué pasa con el plástico que no es reciclado? Observa la siguiente gráfica para conocer más consecuencias de este problema: 

/ ALUNA

Innovación, el poder de los héroes de hoy

Diego López, encargado de las comunicaciones, de socializar y sensibilizar sobre Botellas de amor en instituciones educativas, cuenta que esta historia comienza con John, quien mientras trabajaba en el área del reciclaje, encontró diferentes proyectos sobre madera plástica. En este punto, es importante precisar que madera plástica no es lo mismo que eco-ladrillos.

Un ejemplo del uso de eco-ladrillos (botellas llenas de residuos) es cuando en diciembre hacen decoraciones a partir de esas botellas recicladas y las exhiben en parques. ¡Pero no se adelanten! Las casas que hacen en Botellas de amor no están elaboradas de esa misma forma, de hecho, eso es lo innovador en esta fundación

Debido a que las construcciones realizadas con eco-ladrillos no son muy estables como para hacer una casa (si el Lobo Feroz aún estuviera la derribaría de primero), tampoco muy sostenibles porque cuando alguna botella se rompa o cuando ya no sirva eso que creaste, se irá directo a la basura. 

Entonces, cuenta Diego, lo que hacen es mezclar estos residuos y luego los introducen en una especie de licuadora, produciendo bolitas plásticas o pellets plásticos. Luego, exponiendo al calor esas bolitas, se genera una masa que se vacía en moldes de hierro para obtener los listones de plástico reciclado, RPL por sus siglas en inglés (Recycled Plastic Lumber) o mal llamada, madera plástica, pues ‘no tiene nada de madera’. 

Imagen vía: Revista Semana.

A este proyecto se une Kelly Rodríguez, también en la dirección de la fundación, encargada de la expansión de esta y de lograr nuevas alianzas para potenciar esta iniciativa. Junto a John, desde un principio pensaron en construir viviendas para las comunidades vulnerables y para los recicladores. 

Desde ese momento, se inicia un trabajo de formar alianzas con otras empresas e instituciones educativas para realizar obras sociales y donar diferentes artefactos, como mesas, bibliotecas, comedores, parques, entre otras cosas que se pueden construir con estos listones de madera reciclada, pero siempre con el ánimo de ayudar. Hasta el momento han realizado donaciones en Medellín, Itagüí, Cali, Bogotá, Cartagena, entre otras ciudades.  

Así que, Botellas de Amor transformó una botella llena de plástico reciclado en la esperanza de una familia, un niño, una persona, un soñador… y construye viviendas (entre otras cosas) gracias a la ciencia y la innovación. 

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Botellas de amor = Felicidad

Cuenta Diego, que: “La primera vivienda de interés social que se entregó en Bogotá fue a una recicladora”, quien con felicidad recibió su casita después de vivir en condiciones vulnerables, pues antes su vivienda era de “cosas recicladas montadas sobre una plancha” en la que sobrevivían unas 14 personas más o menos. 

Este héroe que hace parte del equipo de Botellas de Amor menciona que: “Es como una especie de magia porque estamos construyendo felicidad a partir de lo que eran residuos plásticos reciclados, es decir los plásticos que se iban a la basura”. Por lo que, esa recicladora y las 13 personas que viven con ella hoy dan gracias a Botellas de amor por su vivienda hecha de plástico, hecha de ese tubo de crema dental, ese cepillo, esa bolsa de leche, ese envoltorio de papitas, eso que arrojamos a la basura. 

¿Sabías que, según el Dane en 2021 tan solo el 42,1% de los colombianos tenían una vivienda propia? No sé desde dónde me leas, si goces con el privilegio de vivir en un hogar y condiciones dignas, sin embargo, lo que sí sé es que a los colombianos nos mueve la esperanza y la solidaridad con el otro, un ejemplo de esto es Botellas de amor. ¿Quieres saber cómo contribuir a este proyecto? ¡Ya casito te cuento!

Imagen vía: Botellas de amor

¿Dónde llevar esas botellas de amor?

Los puntos de acopio o de recolección de las botellas varían dependiendo de la ciudad y las personas dispuestas a ayudar en estas. Por lo general, son las mismas empresas quienes deciden apoyar causas como estas y ser puntos de recolección de botellas plásticas para transformarlas en materia prima con la que se harán listones de plástico reciclado. 

Para Bucaramanga y su área metropolitana, Botellas de Amor tiene alianza con LAVCO, por lo que, se cuenta con un punto de acopio en el que se puede entregar este material, siendo este la portería de LAVCO en el km 4 – Autopista Floridablanca, Piedecuesta. ¿Pero con qué llenar específicamente esa botellita? ¡Es fácil…! 

Esta botella se puede llenar con todo tipo de “empaques plásticos flexibles de uno o múltiple uso, así como bolsas de leche, empaques de carnes, pitillos, mezcladores, tubos de cremas, cepillos de dientes, mangos de máquinas de afeitar, cocas de lapiceros plásticos, empaques de mecato metalizadas o plásticas, bolsa de comida para mascotas, envolturas de dulces”, es decir, todo lo que sea plástico y que quepa en la botella. 

Amigable con el planeta y con el bolsillo

Algunos de los beneficios de la construcción con RPL en comparación con otros materiales para elaborar viviendas, como la madera, es que resulta ser más resistente y duradera. Pues, como indica Diego: “Una casa de madera se puede incendiar a los 256 °C más o menos, una casa de estas para que se empiece a quemar tiene que sobrepasar los 500 °C”.

Además, acarrea menos costos para el bolsillo y para la naturaleza, pues no se está utilizando o generando ningún material nuevo, sino que se está aprovechando lo que ya existe. Para la construcción con madera (aparte de talar árboles) se requieren otros elementos como el cemento, el hierro y demás; construir con RPL solo requiere de Botellas de amor.

¿Y fueron felices para siempre?

La vida de un héroe no es fácil, así como llevar a cabo este proyecto tampoco lo es, pues al ser una estrategia de economía circular, “tiene tres elementos claves que son desde luego tener en cuenta, lo ambiental, lo social y, no puede dejar de lado, lo económico”, esto dice Diego haciendo referencia al apoyo económico que requieren para defender y sostener este proyecto. Para esto, se ven en la necesidad de vender a empresas este material o prestar sus servicios y hacer infraestructuras a partir de RPL. 

A pesar de las dificultades, tienen reconocimientos a nivel nacional e internacional, como en Premios Verdes (donde son finalistas), también son ganadores de Titanes Caracol, entre otros. De manera que, requieren de más personas que quieran ayudar en la recolección y recuperación de plástico, el cual sería entregado a la fundación para así generar muchos más excedentes y hacer más donaciones, además sueñan con la ayuda de personas como la que está leyendo este artículo. 

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Colorín, colorado, este cuento…

¡No ha acabado! Pues esta fundación espera en 10 años tener más de 60.000 parques y más de 40.000 viviendas donadas, pero para esto se requiere montar 10 plantas de procesamiento (hasta el momento solo cuentan con una al oriente de Colombia). 

También necesitarán más material para elaborar los listones de plástico reciclado, es decir más botellas de amor, por lo tanto más personas que anhelen hacer la diferencia e impactar en nuestra sociedad y naturaleza de una manera positiva. 

Y si bien sabemos que esta iniciativa no pretende ser la solución entera a la producción excesiva de plástico, sí resulta de gran ayuda cuando se trata de mejorar los usos que le damos a este material que puede representar contaminación y muerte para especies marinas en nuestros océanos o felicidad. además de una vivienda digna para alguien que lo necesite. Lo más curioso de esta gran historia y de sus promotores es que la responsabilidad la ponen en nuestras casas y ellos facilitan el proceso. Al final, todo depende de nosotros.

Videos recomendados por la autora

¡Queridos alunáticos! Les dejo un video de mi influenciadora favorita, Marce la recicladora, quien fue directamente a mirar y reportar cómo se hacen estos listones de plástico reciclado de los que hablamos en el artículo: 

Si quieres conocer más sobre qué va en la Botella de amor observa este video de la fundación.


Entrevistado: Diego López
Comunicaciones Botellas de Amor
Escrito por: Laura Nataly Bustos González

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