Las grandes batallas ameritan un gran número de guerreros, y es gratificante ver que cada vez más personas se unen en la lucha por hacer que las actividades humanas no afecten negativamente nuestro planeta. Desde el inicio de nuestra civilización tenemos un enemigo en común que ha venido acabando con la mitad de los árboles que habitaban en la tierra.
Afortunadamente, con el tiempo han surgido héroes como Giovanni Patiño, gerente de Bucarretes, una empresa que fabrica carretes (que en este caso son cilindros de madera utilizados para enrollar cables), los cuales son elaborados a partir de maderas nativas y agroforestales.
Sé que el estimado y curioso lector se preguntará: ‘¿por qué llamar héroe a alguien que explota a la naturaleza y la comercializa?’ Más adelante comprenderemos esto. Pero antes es importante dar a conocer ciertas cifras que nos lleven a reflexionar sobre el problema que estamos viviendo.
Según Ecoportal, al año se talan 15.000 millones de árboles en todo el mundo, lo que supone una pérdida dramática de masa forestal, la cual absorbe el CO2 o dióxido de carbono de la atmósfera y renueva el aire, aportándonos oxígeno, ¡eso que nos mantiene vivos! Por algo será que los bosques son llamados los pulmones del planeta. Así mismo, a menos CO2 en la atmósfera, menos aumento del efecto invernadero.
Además, es necesario mencionar las otras desventajas que acarrea la deforestación, como la extinción de especies, y con esto, la pérdida de biodiversidad. Usualmente, se talan árboles para realizar explotación agrícola, ganadera o maderera (lo cual es muy triste si se hace sin planificación o sin los cuidados que hay que tener por el entorno). De acuerdo con Ecología Verde, una mala planeación o uso de estas áreas acaba provocando una erosión del suelo y propiciando los incendios forestales.

¿Por qué preocuparnos por los árboles? Es una buena pregunta que podríamos plantearnos, ¿pero sabía usted que estos son necesarios para la supervivencia de la mayoría de especies conocidas en nuestro planeta?
Ecología verde menciona que, solo un árbol puede producir suficiente oxígeno para 18 personas, así que estamos hablando de la supervivencia de los seres vivos. La verdad es que las razones para cuidar de ellos sobran, pero, ¿será que las soluciones también?
El héroe que estábamos esperando
Graduado en el Instituto Azerbaiyano de Química y Petróleos de la ciudad de Bakú de la República de Azerbaiyán y especialista en Equipos para la Explotación de Petróleo y Gas, Giovanni Patiño trabajó por varios años en la industria petrolera, pero allí no se sintió a gusto, pues el estar lejos de su familia no era algo que le apasionara.
Hace 20 años se mudó a Bucaramanga junto con su familia, e inició estudios en el programa de Gerencia de Mantenimiento en la UIS (Universidad Industrial de Santander) el cual no acabó porque un hermano suyo le invitó a ser parte de una empresa en la ciudad de Cali, razón por la cual se trasladó de ciudad.
Después de que su esposa terminara los estudios en Medicina Rural, fueron socios de una empresa familiar; luego Giovanni creó su propia empresa relacionada con el reciclaje de madera; posteriormente, en una asistencia técnica, conoció a los creadores de Bucarretes. Esta empresa estaba pasando por una crisis financiera, pero Giovanni vio potencial en Bucarretes, así que compró las acciones de esta.
La empresa de este héroe está ubicada en la Finca Villa Teresa (Girón), y ellos se encargan de fabricar carretes con maderas nativas y agroforestales, pero han pensado su negocio más allá del uso de madera proveniente de los bosques, pues encontraron en el reciclaje de los carretes una posible solución a la excesiva deforestación por parte de la industria maderera.
Ellos, como una primera apuesta con mirada ambiental, han optado por desarrollar una línea de carretes ecológicos; 50% de madera reciclada y 50% de madera nueva. ¿Cómo lo hacen? Empezaron recogiendo carretes en diferentes ciudades, Barranquilla, Cali y Bucaramanga, pues había varios que ya habían pasado tres o cuatro ciclos de rotación y por ello no podían volver a la industria.
Así que, con lo que el ser humano tiende a considerar desechos, Bucarretes fue llenando su inventario. Pero estaba llegando mucha madera de carrete, ¿qué hacer con tanto material? Era una preocupación constante. Además, tocó sumar la pandemia de Covid-19 a esta situación, pero los verdaderos héroes logran ser resilientes en tiempos difíciles, y este es su caso.

Ni una pandemia frena el deseo de ayudar al planeta
Cuando el Covid-19 empezó a ser un problema para todos, Giovanni tuvo que mudarse de Cali a Bucaramanga, en donde construyeron una cabaña para alojarse con su familia, ¡pero no fue cualquier cabaña!, esta era de madera reciclada y, de hecho, fue la que les abrió los ojos nuevamente y con esto, un espacio en los Premios Latinoamérica verde, quedando en el sexto puesto en la categoría de Economía circular. Además, lograron ubicarse en el puesto 62 entre los 500 proyectos más verdes de América Latina.
Después de estos reconocimientos honoríficos, Giovanni habló con uno de sus clientes, Nexans Colombia, a quienes les comentó sobre una iniciativa, pues como no es extraño imaginarse, después de haber reciclado madera, poseían mucha materia prima acumulada, con la cual querían construir alguna escuela o biblioteca.
Así surgió la famosa primera ecoescuela de Colombia, hecha con 120 metros cuadrados en aulas escolares para 80 o 100 niños que están estudiando en Lebrija, ¡y todo con material reciclado! Según Nexans Colombia, esta iniciativa “beneficia a 120 niños de primaria y preescolar, permite a la institución educativa contar con dos nuevas aulas sostenibles equipadas y con todas las comodidades”.
Para Bucarretes y Nexans Colombia esto es solo el inicio de una estrategia que pretende evitar la tala de 3.000 árboles, que vendrían siendo 3,7 hectáreas de bosque cultivado en nuestro territorio. Conozco a mis lectores y sé que son bastante curiosos al igual que yo, así que se estarán preguntando ¿cómo estas dos empresas logran que este material sea viable para usarlo en construcción? ¡Continúa leyendo que procede lo interesante!
La ciencia en beneficio para el uso de madera
Según Santiago Vignote, profesor universitario de Ingeniería Agroforestal, la madera al ser un material higroscópico, tiene la capacidad de absorber y exhalar la humedad de la atmósfera en la que se encuentra, esto le provoca un aumento y disminución de sus dimensiones, así como la variación de sus propiedades físico mecánicas, lo que supone un inconveniente en su uso en aspectos como la construcción porque termina siendo inestable.
Pero al llegar la madera a Bucarretes, incluso aquellas que tienen partes podridas, ellos intentan extraer toda la humedad mediante un proceso preservativo con calor y luego le aplican productos como el boro. Este elemento es “el único preservante de madera no dañino para la salud, ni para el medio ambiente”, explica Giovanni.
También, tienden a mantener la madera un tiempo largo en la planta de producción, para que durante sus procesos preservativos se puedan evaluar los niveles de infección. Si la madera comienza a tener moho, le realizan un proceso térmico para secar la madera. En caso de que la madera se encuentre en buenas condiciones, solo se realiza una fumigación.
Posteriormente a los pasos señalados, se revisa si la madera tiene las condiciones para volver a la industria como carrete. Si no consideran que sea apropiada para esto, la madera se destina para hacer proyectos de construcción sostenible.
En conjunto con todas estas hazañas que Bucarretes ha realizado, también son considerados pioneros en desarrollar una tecnología de secado en los procesos de transformación de la madera. Adicionalmente, esta innovadora empresa ha logrado crear diferentes productos con la categoría de producción sostenible. Se pueden obtener muebles, mesas para fincas, algunos bares y otros productos de carpintería en las que se ven involucrados sus trabajadores en los tiempos libres, al tratarse de una BIC (empresa de bienestar e interés colectivo).
Otra forma en la que Bucarretes ayuda al planeta
En Bucarretes evidenciaron que los árboles de rápido crecimiento (aquellos como el frijolito, tambor y ceiba) generan dos y hasta tres veces el volumen de madera que da el pino, usado en Colombia por la industria.
Con esto, es necesario mencionar que en Colombia se sembró, con incentivo del gobierno, el pino, el cual se ha venido talando sin reforestar, por lo que estas plantaciones no han dado rendimientos permanentes durante el tiempo. Y como la madera de pino demora entre 15 y 18 años para volver a cortar, con la nueva alternativa de maderas nativas que contienen tres veces el volumen y mitad del tiempo, la ventaja será mayor.
Por lo que, bajo esta idea, Bucarretes tiene un proyecto complementario que busca a mediano plazo ser autosostenibles a partir de la siembra de árboles de rápido crecimiento, talarlos para la producción de madera y posteriormente volver a reforestar. Giovanni explica que: “El primer año cortamos una madera para el suministro a nuestros clientes, y a la vuelta del último año, cuando cortamos la última hectárea, la primera hectárea está en condiciones de volver a arrancar el ciclo”, así que no se necesitará más hectáreas para deforestar pues con las plantaciones de rápido crecimiento es suficiente. Actualmente, requieren una extensión de 42 hectáreas (algo así como 84 canchas de fútbol juntas), atendiendo a que su volumen de ventas es del 70% carretes de madera nueva y el 30% de material recuperado.

¿Si era el héroe que estábamos esperando?
Esta empresa se nos presenta como una posible solución frente a uno de nuestros mayores enemigos en la lucha por tener un mejor ambiente aplicando el conocimiento, eso sí, no ha sido nada fácil. El preciado lector ya sabrá que es de mi costumbre expresar los inconvenientes que nuestros héroes tienen en sus batallas.
Bucarretes está intentando conseguir la patente de su tecnología, pero al tratarse de un proceso dispendioso y costoso, lograr este objetivo ha sido complicado.
A pesar de sus grandes iniciativas y estrechas relaciones que le han llevado a la materialización de buenas ideas, él considera que hay incumplimiento de leyes que podrían incentivar y beneficiar más proyectos como este.
Con respeto a esto, Giovanni menciona que: “técnicamente la ley existe bajo el concepto de Economía circular, todos los recursos que se invierten para convertir el residuo sólido en materia prima (incluido la mano de obra) son exentos de impuestos por parte del donante de la materia (…), pero ponerla en práctica o ponerla en vigencia no ha sido posible”.
A pesar de lo anterior, el sueño sigue. Reciclar madera hará que no tengamos que talar más árboles para cumplir con la demanda de madera desde cero. Con la idea de reforestación de Bucarretes se disminuye la posibilidad de destinar más cantidades de suelo a nuevas plantaciones porque con las especies nativas y de rápido crecimiento sería suficiente.
Aunque, lo cierto es que no se dejará de talar árboles para producir madera nueva, al menos el reciclar y reforestar permite que la industria maderera sea más amigable con la naturaleza.
Finalmente, nuestra manera de ver el mundo marcará las pautas de nuestras acciones. Si ves al planeta como tu hogar, como otro ser al que cuidar y merecedor de respeto, tus acciones no estarán encaminadas solo en su explotación. Encontrar la manera de ayudar desde lo que nos apasiona es lo que me gustaría que pensáramos. Bucarretes lo hace, así que es necesario que todos lo hagamos.
Entrevistado: Giovanni Patiño
Escrito por: Laura Bustos (Semillero ALUNA)
¡Hola! Para acceder a las actividades ALUNA debes iniciar sesión con tu cuenta. Loguéate e inténtalo nuevamente.