Estufa ecoeficiente y que produce energía eléctrica: ¡La revolución rural que cuida el medio ambiente!

Hace unos meses, las noches se hacían eternas; pero no eternas en el sentido de descansar más —lo que cualquiera agradecería en medio de la agotante rutina—, sino eternas como una lenta…muy lenta tortura.

Lo pondré en contexto, querido lector. Durante junio del 2021, mi familia luchó la que tal vez ha sido, hasta el momento, la peor de las batallas (que no especificaré); por ello, fui encargada de una importante “misión”: ¡cuidar a mis abuelos y primos menores!

Estando en la pequeña casa, siempre a las seis de la tarde —y antes de la cena— mi abuelita Anita sufría de una tos incesante. “Cof, cof” escuchaba y mi preocupación aumentaba.

“¿Abuelita?” pregunté con nerviosismo.

“¿Sí, mija?” respondió ella con una tierna sonrisa que envolvía su rostro, hasta que la falta de aire le obligaba a toser nuevamente.

“¿Estás enferma?” volví a preguntar con miedo ante la obvia respuesta que se avecinaba.

“Tranquila mij’, eso no es nada. Ahorita hago un remedio de naranja con miel y se me pasa rapidito”. 

“Pero abuelita” interrumpí “¿segura que sólo es una simple tos?”

“Pues mijita” dijo mientras tomaba aire lentamente “es que tengo bronquitis…”

“¿Bronquitis? ¿No respiras bien, abuelita?” pregunté, tratando de disimular tranquilidad, pero estaba muy alarmada.

“Ay, Cami, es que yo soy la culpable de estar así. Cuando era joven, hace muchos años, tuve a mis primeros hijos en el campo y no tenía dinero para comprar nada de calidad; entonces debía conformarme con lo poco que había…”

 “Abuelita, pero… ¿Eso qué tiene que ver?”.

“Mija, esos tiempos se caracterizaban porque el esposo trabajaba, con los demás hombres, y la esposa esperaba en la finca con los niños para lavar, planchar, barrer, trapear y cocinar. ¡No teníamos derecho a más!”

“Abuelita…”

“Escúchame. No te digo estas cosas para victimizarme, sino para aclararte que los escasos recursos y oportunidades me obligaron a preparar, por cuarenta años, la aguapanela y la mazamorra con pura estufa de leña”.

“¿Estufa de leña?”

“¡Sí! La única estufa de esa época… Recuerdo que botaba tanto humo que llenaba la cocina y el establo. Yo abría los ojos apenas el gallo cantaba y me apresuraba a cortar madera de árboles para poner y cocinar. Desde aquel entonces, he tosido hasta hoy: a mis setenta y siete años”.

Confundida, angustiada y llena de cólera, busqué —sin ninguna esperanza— alguna alternativa que me devolviera la esperanza en cuanto a la tos de mi abuela… Pero ¡me topé con Metalcof Services SAS y sus estufas ecoeficientes! Aquí una luz de esperanza tanto se abrió paso para mitigar el sufrimiento de nuestro planeta, y también el de las personas.

Una luz al final de un oscuro túnel 

Y como sabía, ¡no todo es color de rosas! El humo producido por las cocinas de leña (húmeda) en el medio ambiente genera los siguientes efectos negativos: Primeramente, emite 16.500 toneladas de partículas contaminantes al año, como el benceno y el benzopireno (componentes cancerígenos). Igualmente, reduce la visibilidad debido al aumento de hollín (contaminación del aire) y, para finalizar, acelera el efecto invernadero (calentamiento de la atmósfera).

Apreciado lector, antes de escribir sobre la empresa mencionada en el anterior párrafo, es vital que conozca, a través de la siguiente infografía, las consecuencias del humo producido por la cocina con leña en la salud:

De este modo, puedo proseguir. 

Han pasado ocho años desde que Alexander Rojas, gerente del proyecto que conocerán y experto en Derechos Humanos; y su hermano, Nelson Rojas, decidieron crear productos para cambiar vidas. ¡Así es! Leyó bien, ¡cambiar vidas! El 6 de noviembre del 2013, estos genios inauguraron Metalcof Services SAS, una empresa huilense que nació con el apoyo del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y Fondo Emprender.

El objetivo siempre ha sido claro: generar empleo, ingresos y oportunidades en Colombia, por medio de la fabricación y comercialización de productos metálicos con múltiples usos en sectores como la ornamentación, construcción y el hogar. 

¿Qué resulta de ocho años laborando? Oportunidades y crecimiento 

Ahora, usted se preguntará cuáles son los frutos de Metalcof Services SAS, pues bien, aquí le presento tres (a excepción de la estufa ecoeficiente, en ella me enfocaré más adelante): 

En primer lugar, están las Unidades productivas, es decir; aquellas vitrinas de mostrador (planas, de calefactor, escaviladeros, estantes metálicos, hornos de panadería y campana extractor de calor), estufas industriales a gas (freidoras, tamaleras, barbacoa) y carros para perros calientes, verduras, raspados y comidas rápidas que permiten a los emprendedores colombianos sacar adelante su proyecto de vida. 

En segunda instancia, se encuentran los llamados Cofres Metálicos, ¿cofres metálicos? Tal cual, se trata de cajas para los contadores de agua, gas y luz; además, de cajas fuertes, de herramientas, de residuos y llaves. 

Finalmente, las Estructuras Metálicas permiten consolidar las ideas de negocio en una realidad tangible y rentable. 

Con esto, retomaré el enfoque del artículo. 

El cuarto fruto: Las estufas ecoeficientes

“Las estufas ecoeficientes responden a una necesidad en el mundo: cocinar sin enfermar el cuerpo y la naturaleza. En Latinoamérica, son cerca de 40 millones de familias las que dependen de la leña para cocinar sus alimentos. En Colombia, aproximadamente 1.6 millones de hogares dependen de dicha materia para cocer sus comestibles (cerca de 8 millones de personas). Asimismo, son comunidades que viven en el campo y cuya única fuente de energía es la leña”, explicó Alexander Rojas, quien compartió con nosotros información que han venido recogiendo para analizar el mercado. 

De igual manera, el equipo halló, en sus investigaciones, que se han hecho incontables esfuerzos por mejorar la eficiencia de las estufas (evitando los fogones abiertos que contaminan exageradamente, consumen demasiada leña y afectan la salud del ser humano), pero no se había logrado nada concreto… hasta ahora. 

En esa misma línea, a los hermanos Rojas se les ocurrió lo siguiente: “¿Y si inventamos unos productos que mejoren la eficiencia de las estufas, en términos de mayor aprovechamiento del calor y menor consumo de leña, para disminuir las emisiones de CO2 al ambiente?” Eran muchas preguntas por satisfacer desde una sola innovación. ¡Y sí! Y así lo lograron. 

Corría el año 2015, cuando una empresa socioambiental los contactó en Neiva para que desarrollaran unos prototipos de estufas ecoeficientes, ¿sería el destino? Podría ser. “Hicimos un prototipo con cuatro modelos que mejoramos y de ahí salió un negocio de 300 estufas para el Caquetá. A partir de eso, mi hermano Nelson y yo, entendimos que, si había un cliente comprando esa gran cantidad, en el marco de un proyecto, seguramente otras organizaciones y entidades también se interesarían en el tema”, recordó con nostalgia y emoción Alexander. 

Llegados a tal punto, la búsqueda no cesó, fueron horas y horas de investigación para saber quiénes fabricaban estufas en el país, cómo las hacían, cómo se desempeñaban o funcionaban y los indicadores de impacto. Nuestro protagonista afirma que: “Como resultado de esa investigación, hoy tenemos un portafolio de más de 40 modelos de estufas que se adaptan a distintas necesidades”. 

¡Hey, hey, hey! No detengas tu lectura. A continuación, te presentaré lo que tanto anhelabas… ¡La estufa ecoeficiente! 

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“El concepto de las estufas sigue siendo el mismo, lo que había que mejorar era el interior para garantizar el desempeño”, comentó Alexander. 

Aire fresco y otros beneficios

En general, la estufa ecoeficiente ahorra leña, genera energía limpia, mayor seguridad y economía, es multifuncional, desmontable, amigable con la salud, transportable y no contaminante. 

No obstante, expondré otros beneficios que seguramente le sorprenderán, no sin antes retomar un poco de la sabiduría de Alexander: “Trabajamos en el tema de la eficiencia. La combustión completa se da cuando se pueden mejorar las temperaturas en la cámara. Buscábamos una menor presión en los bosques, dióxido de carbono (CO2) y exposición de gases contaminantes en ambientes de cocina”. 

Las estufas ecoeficientes permiten aprovechar los excesos de calor que se producen al interior, mientras las personas cocinan el desayuno, el almuerzo y la comida, todo con el fin de transformar ese calor en energía eléctrica que sirva la iluminación y recargar aparatos electrónicos.

¡Y sí! De nuevo, leyó bien. ¡Calor para crear electricidad! Los dispositivos funcionan con las temperaturas que ya están reguladas en los procesos de combustión de los equipos. A dicha caracterización de la eficiencia, se le adapta un dispositivo termoeléctrico que aprovecha los excesos de calor y los convierte en energía eléctrica que, en una primera visión, permite que 10 bombillos LED de 3 vatios enciendan y que se carguen celulares.

Bueno, respetable lector, usted se preguntará la razón que dio origen a este gran proyecto, ¿no? Dejaré que el mismo Alexander les de la respuesta: “Nosotros venimos de familia campesina; mis abuelos fallecieron precisamente como consecuencia de las enfermedades respiratorias causadas por la inhalación del humo… Recuerdo muy bien la cocina de mi abuela; parecía una cueva, todo estaba lleno de hollín. Durante muchos años, inhalaron ese hollín hasta que les pasó factura”. 

Por lo tanto, los hermanos Rojas comprenden totalmente la problemática: muchas familias que viven en zonas rurales y apartadas necesitan de la leña para la cocción de sus alimentos como única fuente de energía, por ende, recurren a la opción más viable económicamente: las estufas de mampostería (aquellas que se componen de materiales como ladrillos y cemento).  

“La dificultad con algunas estufas de mampostería es que tienen limitantes, pues en la construcción dependen mucho la eficiencia, de la distribución del calor. Hay pérdida de calor en las recámaras de combustión (se requiere más consumo de leña y más consumo de leña significa más contaminación). La ceniza y el hollín se deben extraer más temprano que tarde”, advirtió el protagonista de esta historia. 

Hoy en día, las comunidades que habitan los territorios más olvidados de Colombia, tienen la posibilidad de mejorar sus procesos de cocina y acceder a la electricidad gracias al uso de una estufa ecoeficiente. Ahora bien, para esta joven escritora, es realmente enriquecedor saber que existen personas a las cuales les alegra crear un portafolio de productos que contribuyen a la conservación de los bosques, el cuidado del medio ambiente y el desarrollo de las comunidades.

Despejando dudas

Partiendo de que, en diversos casos, las estufas de mampostería a las que acceden los campesinos (sin más alternativas) no tienen las temperaturas adecuadas, produciendo un exceso de humo y hollín; el Dr. Jordi Olloquequi, docente del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Autónoma de Chile, aseguró que esto podría: “Incrementar el riesgo de padecer enfermedades como asma, cáncer de pulmón, afecciones cardiovasculares, cataratas, accidentes vasculares encefálicos e, incluso, puede tener consecuencias adversas en el desarrollo neonatal”. 

Igualmente, el estudio titulado Efectos de la combustión a leña en la calidad del aire intradomiciliario. La ciudad de Temuco (Chile) como caso de estudio, demostró que: “Cocinar y calefaccionar con combustibles sólidos en fuegos abiertos o cocinas tradicionales genera altos niveles de contaminación del aire dentro de los hogares. A nivel global, la contaminación intradomiciliaria produce alrededor de 1,5 millones de muertes al año, afecta a casi la mitad de la población mundial y es responsable de aproximadamente el 4% de la carga de enfermedades expresadas en AVAD —años de vida ajustados por discapacidad—. La población afectada es predominantemente rural y de bajos ingresos, y los más vulnerables son las mujeres, niños y ancianos”. 

Con ello, ¿cómo Metalcof Services SAS solucionó la falla de distribución de calor de dichas estufas?

Alexander relató para ALUNA que, en un principio, ya tenían identificadas cuáles eran las debilidades de las estufas de mampostería y sabían que la pérdida de calor se resuelve con otro tipo de material: con unas recámaras de combustión apropiadas. 

Por consiguiente, implementaron en sus modelos metálicos un sistema de doble pared interno (para evitar el exceso de calor y que ese humo saliera e hiciera daño a las personas). “Utilizamos la misma ceniza que queda de residuo, de la combustión de la leña, con el objetivo de rellenar las dobles paredes y, así, mejorar las temperaturas. A su vez, usamos modelos cerámicos refractarios que protegen la recámara de combustión, debido a su resistencia”, agregó Alexander.  

En consecuencia, y gracias a las pruebas de eficiencia térmica, velocidad, protocolos internacionales, etc.; la empresa se ha catapultado como la primera en obtener una patente y llegar a aquellos sitios a los que no muchos se atreven a visitar. 

¿La renombrada eficiencia se comprueba?

¡Por supuesto, alunáticos! La chimenea de las estufas colabora en ese proceso. Alexander nos habló acerca de las dos etapas o momentos del indispensable producto. “Una primera etapa es la de encendido en donde sí o sí hay una generación de humo que debe salir, de manera apropiada, por la chimenea porque está entrando en contacto el fuego con la humedad de la leña; pero esa etapa de inicio no tarda más de 15 minutos en calentar la estufa”.

La segunda etapa consta de observar el humo; si este es denso, oscuro y constante significa que la leña se está quemando de forma inapropiada. Al contrario, si solo sale un ligero vapor de agua o de calor, pero no es humo, la quema es apropiada. 

La distribución de un sueño hecho realidad

Metalcof Services SAS tiene alianzas con entidades públicas y privadas que se encargan de hacer llegar los productos a donde sea necesario. Adicionalmente, han trabajado de la mano con el Ministerio de Ambiente y diversos entes territoriales (siguiendo la Norma de Calidad de Estufas), sin olvidar que la gastronomía en nuestro país es sinónimo de identidad y cultura. 

“Las comunidades están supremamente contentas. Permitirle a una familia que, por ejemplo, jamás ha encendido un bombillo, obtener energía de la propia estufa; nos alegra y les alegra la vida”, añadió Alexander, quien finaliza con el siguiente consejo para los jóvenes emprendedores del país: “Creo que cada uno, desde su profesión, puede pensar y desarrollar nuevas propuestas. El mundo tiene necesidades grandísimas y, sobre todo, en temas ambientales; por eso, reflexionen acerca de estrategias que impacten positivamente la naturaleza y la calidad de vida de los hogares”. 

Estimado lector, eso fue todo por el artículo de hoy. En ALUNA estamos seguros de que la historia de Metalcof Services SAS y sus estufas ecoeficientes, no ha terminado. ¡Esta aventura continuará!

¡Ay! Casi lo olvido, al terminar este artículo le hablé a mi abuelita sobre la estufa ecoeficiente y, para hacer “el cuento corto”, me respondió con una hermosa sonrisa. 


Entrevistado: Alexander Rojas
Gerente general de Metalcolf Services S.A.S.
Escrito por: Camila Andrea Álvarez (Semillero ALUNA)

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