—¡Trae el lazo! —Decía Paula— para atarlo al árbol y armar así nuestro columpio. Este era uno de los juegos favoritos de infancia; gozábamos nuestras vacaciones en la finca en medio de guayabos, naranjos, y peros, árboles frondosos de ramas fuertes. Una vez bajábamos los frutos para preparar jugos, comenzábamos a balancearnos en nuestro improvisado columpio hasta que nos mareábamos. A pesar de ser un juego común en diversas partes de nuestra Colombia rural, es posible que muchos niños del municipio de Sucre (Cauca) hubieran crecido sin haber disfrutado de la experiencia, ya que, años atrás, factores como la ganadería y la dedicación de las tierras al desarrollo de cultivos lícitos, causaron la desaparición de muchos árboles.
Lo anterior, aunque suena muy puntual para un municipio, deja ver lo que en términos generales es el problema de la deforestación en Colombia. De acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) en el año 2018 se perdieron 197.159 hectáreas de bosque, lo que equivaldría a más de 200.000 manzanas de un barrio. La deforestación causa diversas problemáticas ambientales, como la pérdida de biodiversidad, la erosión del suelo y el desbordamiento de los ríos. El municipio de Sucre, en Cauca, fue víctima de esto, ya que, por culpa de la tala masiva de árboles, la microcuenca del río Mazamorras se empezó a afectar de forma negativa, lo que llevó a que escaseara el agua.
¿No sabes en dónde queda ubicado Sucre? Observa este mapa para que te guíes mejor.

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Palabras clave: Emprendimiento, mascotas, plástico, desechos plásticos, desarrollo sostenible, comunidades, cuidado del ambiente


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