¿Pueden los hospitales cuidar el medio ambiente? El reto de la sostenibilidad en el sector de la salud

Cuando Víctor Raúl Castillo decidió estudiar Medicina en la Fundación Universitaria Juan N. Corpas de Bogotá lo hizo por varios motivos, pero entre ellos prevalecía el ayudar a la gente que lo necesitara y hacer un cambio radical para la medicina. A lo largo de su camino ha conseguido logros y hoy se consolida como una de las figuras más influyentes para la salud en Colombia.

La necesidad de hacer el cambio

Víctor, santandereano recio y con pasión increíble por la medicina, ejerció su periodo de medicina rural en Pinchote, Santander, algo muy significativo para él ya que, en ese proceso, se dio cuenta de los pocos recursos que se le daba a la medicina en Colombia con opciones de tratamiento muy limitadas.

Es difícil presenciar dicho escenario y cambiar el rumbo de todo, pero, todo parece imposible hasta que se hace. Después de este periodo de práctica, Víctor Raúl hizo una especialización de 4 años en la Universidad del Valle, y regresó a Santander en 1990. Tan solo un año después inauguró la primera Unidad de Cuidados Intensivos Cardiovasculares en Bucaramanga.

El origen de su sueño empresarial

El sueño de concretar un grupo empresarial nace de la necesidad que veía con su corazón. Los tratamientos que existían eran limitados a medicamentos y cambios en el estilo de vida, mientras que las opciones quirúrgicas prácticamente no existían. Esto significaba para muchos pacientes vivir con una calidad de vida muy comprometida. Para Víctor Raúl Castillo, esta realidad no solo era inaceptable; era el impulso que lo llevó a luchar por un cambio. Con su determinación e innovación buscó nuevas maneras de enfrentar estas enfermedades y transformar la vida de miles de personas.

Al mirar atrás, Víctor decide resaltar momentos buenos en su carrera, como su primer trasplante cardiaco, el primer corazón artificial, logros que para él quedaran plasmados en su conciencia.

Al hacerlo, no puede evitar el hacer mención de momentos difíciles. Uno de ellos fue la pérdida del primer paciente que operó. No hace falta decir el porqué, pero más que un obstáculo, él lo tomó como una experiencia que le recordaría la responsabilidad que siempre ha tenido en sus manos. Con esto nos damos cuenta del tipo de persona que es; en él sólo dominaba un único plan y este era ser cirujano de corazón. Nunca tuvo un plan B, y nada cambiaría esa convicción.

La salud y el medio ambiente

Víctor Raúl Castillo / Foto: Fundación Cardiovascular de Colombia.

Aunque la intención de consolidar una organización del sector salud se veía loable, durante el tiempo y a nivel mundial, se fue fortaleciendo una visión de desarrollo que podría traer retos o frustraciones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando hablamos de hospitales, fundaciones referentes a la salud, hablamos del quinto sector más contaminante debido a la generación de residuos, el uso de recursos, productos residuales y emisiones, entre los elementos más notorios.

Este marco de acción permitió a Víctor realizar su sueño. Basado en una visión que prioriza tanto el cuidado de las personas como la protección del medio ambiente, fundó el Hospital Internacional de Colombia (HIC) en el año 2016. A lo largo de su trayectoria, ha implementado una serie de estrategias ambientales que se reflejan en cada aspecto del hospital. Para reducir el consumo de energía, el hospital fue estratégicamente ubicado en un área aislada y diseñada con sistemas de aire acondicionado altamente eficientes que disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero, ayudando a combatir el cambio climático. Además, se reemplazaron los plásticos de un solo uso por alternativas sostenibles, minimizando así la producción de desechos plásticos. La gestión de residuos hospitalarios es otro pilar fundamental de su visión ambiental. Este proceso incluye una clasificación cuidadosa de los desechos, su segregación adecuada, y métodos de almacenamiento, transporte y tratamiento que garantizan una disminución en la contaminación del medio ambiente. 

El hospital también ha implementado un manejo responsable de la energía y materiales, reduciendo su impacto ecológico. El innovador aislamiento de tres capas en las paredes del hospital, que actúa como una barrera térmica, contribuye significativamente al ahorro de energía al reducir la transferencia de calor. Por último, la planta de pirólisis convierte los residuos plásticos en combustible, generando energía a partir de materiales que de otro modo se desecharían. Esto no solo reduce el impacto ambiental de los residuos plásticos, sino que también contribuye a un modelo energético más sostenible dentro de las instalaciones hospitalarias. En conjunto, todas estas iniciativas forman parte de un compromiso integral con la sostenibilidad, buscando no solo mejorar la salud de las personas, sino también la del planeta.

El esfuerzo constante es el motor que transforma los sueños en realidad.

Cuando hablamos de aplicación, esfuerzo y empeño, Víctor es un digno ejemplar de representarlos. Desde sus inicios los define como: “Trabajar y servir es responder al llamado de ayudar a quienes más lo necesitan.” En él siempre ha vivido esa pasión por generar el bien a los necesitados, y para eso fundó, antes del HIC, la Fundación Cardiovascular (FCV).

Toda esta historia no sucede en poco tiempo. Víctor persevera con sus sueños desde su infancia, la cual recuerda haberla vivido sin vicios y sin malas amistades, lo que lo llevó a proyectar metas en su vida. Mientras se acuerda de todo esto, nuestro protagonista, lleno de sensaciones que comparte de a poco, también declara que la disciplina es un pilar de éxito y actualmente lo sostiene demostrando sus logros.

Donde hay voluntad, hay un camino e invita al público juvenil a no poner excusas para lograr sus proyecciones, metas y sueños. Con su fuerte mirada nos indica que se debe aceptar la realidad de luchar y trabajar para conseguir las metas, y con contundencia dice “hay que ser el cambio que quieres ver en el mundo”.

Al ver a Víctor se podría pensar que es encontrarse con alguien que lo ha logrado todo, pero no es así. Con ilusión afirma que son muchas las cosas que le faltan por alcanzar, y entre ellas sobresale el ubicar el Hospital Internacional de Colombia (HIC) entre los mejores 100 hospitales del mundo, ya que con este se mejoraría la calidad de atención, aumentaría el prestigio y, ante todo, se daría a conocer la importancia que se les ofrece a los pacientes y al medio ambiente. Para Víctor, los actos dicen más que las palabras, lo hecho permanece y lo dicho desaparece y no hace falta decir que, con esta convicción, hasta ahora, lo ha logrado.


Entrevistado: Víctor Raúl Castillo.
Cirujano cardiovascular.
Escrito por: David Felipe Martínez Santamaría (Semillero ALUNA).

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