Una historia en donde el conocimiento de una mujer y su equipo de trabajo permite salvar vidas humanas y cuidar el planeta.
¡Sólo un punto! Solo le faltó un punto para ingresar a la carrera de Ciencia Políticas en la Universidad Nacional de Colombia. Para algunos podría ser frustrante esa situación, pero Sandra Sanabria lo vio como una señal de que su destino no estaba en la capital. Así que le dio un giro drástico al timón de su vida profesional, y se inscribió en Bacteriología en la Universidad Industrial de Santander.
Al inicio lo hizo por aventurarse, por “a ver qué pasa”, pero en esta travesía se encontró con un profesor que irradiaba pasión por esta profesión, contagiando a Sandra, quien se dio cuenta que había escogido el camino correcto.
Sandra pasó sus años de estudio en medios de los laboratorios y libros de su carrera, enamorándose cada día más de la bacteriología. Consiguió lucir la toga y el birrete, proclamándose una bacteriólogo en frente de sus seres queridos.
Pero esto solo era el inicio de algo más grande para la vida de Sandra y que será el eje central de este relato.
Los que amamos se quedan con nosotros
Hay una tristeza que a veces toca en el corazón de Sandra, y es la pérdida de su hermano mayor, quien no pudo verla convertida en lo que ella es en la actualidad. No obstante, Sandra sabe que él está orgulloso de ella, sin importar que no se encuentre físicamente..
¿Por qué les aseguro esto? Si buscas Sandra Sanabria en Google te aparecerán bastantes resultados sobre ella, los cuales hablan del impacto que ha tenido como directora técnico-científica en el Banco de Multitejidos de Fundación Cardiovascular (FCV) en la ciudad de Bucaramanga. Toda gran historia tiene un comienzo, y aquí te lo voy a contar.
Pero primero quiero que sepas en qué consiste el Banco de Multitejidos de la FCV, en la siguiente imagen te cuento más.
Ya cuando la hayas comprendido, puedes continuar con la historia de Sandra.
Cuando Sandra llegó a la FCV, no tenía muy claro que era un banco de tejidos. Sin más, llegó a esta fundación para ser jefe de calidad de la planta de producción de dispositivos médicos, no obstante, su vida daría un giro impresionante. Daba la casualidad que, cuando Sandra ingresó a la FCV alrededor del año 2007, la institución estaba desarrollando su banco de tejidos cardiovasculares (es decir, los componentes celulares y extracelulares que forman el sistema cardiovascular, el cual incluye el corazón y los vasos sanguíneos). Para continuar esta importante misión, era necesario que la futura directora técnico-científica fuese médica bacterióloga o microbióloga.
Sandra representaba la mejor opción, ya que era la profesional con dicho título que estaba disponible en la institución. Nuestra protagonista tomó el reto con gusto, así que comenzó a enriquecerse de conocimientos esenciales para esta importante función. En medio de esto, fue que supo que un banco tejidos es una organización que se dedica a la recolección, procesamiento, almacenamiento y distribución de tejidos humanos para su uso en trasplantes y terapias.
Así que, mientras se formaba académicamente con ayuda de la Universidad de Barcelona y la Universidad de Singapur, fue consciente de la importancia del proyecto del que estaba siendo parte, puesto que un banco de tejidos era, en muchas ocasiones, la respuesta a las oraciones de bastantes personas que desean una oportunidad de vivir.
Por eso, la Fundación Cardiovascular de Colombia no solo decidió trabajar con los anteriores tejidos que te mencioné, ya que también comenzaron a recolectar otro tipo de estos componentes biológicos, logrando certificar en el 2018 las cuatro líneas de tejidos que manejan actualmente: osteomusculares, cardiovasculares, membrana amniótica y piel.
En la siguiente imagen te explico más en qué consisten estos tejidos:
Sandra hubiese deseado saber sobre la donación cuando su hermano murió. “Sería muy feliz de que los ojitos de mi hermano estuvieran ayudando a ver a otra persona porque donó sus córneas o que esas válvulas cardíacas estuvieran latiendo en otro corazón” dice nuestra protagonista con un deje de melancolía.
Así funciona un banco de multitejidos
Sandra habla con pasión sobre su trabajo en el Banco de Multitejidos; su voz refleja el compromiso con esta labor altruista que parte de la ciencia y la tecnología, que se convierte en innovación. Por eso, cuando le preguntamos sobre cómo se trabaja con los tejidos en la FCV, nos explicó con gusto detalle por detalle. Así que a continuación te voy a resumir lo que ella nos contó.
Primero, debemos dirigir nuestra mirada a los centros médicos, que es donde hay potenciales donantes, ya sean vivos o fallecidos. Para establecer esto, se encuentra el médico coordinador operativo, a quien las clínicas les notifican sobre posibles pacientes que pueden entregar alguno de sus tejidos. Así que se verifica la edad del paciente, es decir, si es mayor o menor de edad.
Si este paciente ya ha pasado los 18 años, se busca, en la base de datos de la Red Nacional de Donación y Trasplante, si dicha persona se opuso a donar sus órganos. ¡Ojo a esto!, porque ahora no es necesario tener un carnet de donante para dar nuestros órganos, al contrario, quienes se niegan a esto son los que deben reportarse.
Ahora, cuando se trata de un niño o adolescente, las cosas cambian, ya que se debe llegar a un acuerdo con los padres de familia o acudientes.
Ya con el potencial donante a disposición, en el Banco de Multitejidos se realiza la extracción de dichos componentes a través de un procedimiento quirúrgico (esto respetando el cuerpo del donante, en caso de que sea uno fallecido). Después de esto, se limpian, procesan y verifican que tengan la calidad pertinente. Para conservarlos, se almacenan en nitrógeno líquido a temperaturas de -60 grados centígrados, lo que permite almacenarlos por máximo cinco años.
Si una persona necesita acceder a un tejido, su respectiva EPS notifica al Banco de Multitejidos el componente biológico que se requiere.
Pongamos un ejemplo; supongamos que tuviste una infección en tu ojo y eso te generó una úlcera que afectó a tu córnea, por lo que necesitas reconstruirla. Tu empresa prestadora de salud puede solicitar a la FCV un parche de membrana amniótica, que es la capa más interna del saco amniótico. Este tejido contiene células epiteliales, colágeno, y una variedad de factores de crecimiento y proteínas antiinflamatorias, haciéndolo ideal para este tipo de procedimientos oftalmológicos.
Aquí hay unos datos importantes que debes conocer: el Instituto Nacional de Salud asegura que un total de 1.448 trasplantes de tejidos se realizaron en el país durante el 2022 (aproximadamente). Es decir, más de mil personas pudieron beneficiarse de las labores de los bancos de tejidos.
Sandra se encuentra entre los cientos de favorecidos, ya que gracias a las labores del Banco de Multitejidos, logró recuperar la movilidad de su rodilla izquierda, que se había visto comprometida por una ruptura de ligamento cruzado. Para esto, pudo acceder a un injerto de tendón de Aquiles que le ayudó a volver a caminar y compartir paseos con sus seres queridos.
“La donación de por sí es un tema de altruismo, o sea, al final a nosotros nos van a comer los gusanitos en la tierra, entonces, ¿por qué no donamos si ya fallecimos? No nos va a doler y ese tejido que nosotros donamos le va a servir a muchas personas, no a una sola” recalcó Sandra, haciendo un gran énfasis en la labor social que se hace al donar.
El impacto ambiental del banco de tejidos
Tener este tipo de organizaciones en las distintas regiones del país tiene diferentes ventajas. Si hablamos de la parte económica, se disminuyen los costos en los trasplantes, ya que traer tejidos humanos del exterior implica un proceso complejo y riguroso que debe cumplir con estrictos estándares de seguridad y calidad, para garantizar la viabilidad y la integridad, por lo que requiere una mayor inversión.
Además, como te he mencionado anteriormente, los bancos de tejidos logran que las persona accedan fácilmente a un trasplante, lo que puede reducir el tiempo de espera para los pacientes y salvar vidas.
Pero estamos en un portal en el que hablamos sobre proteger al planeta, así que, ¿dónde está la parte ambiental en esta historia? Allá vamos.
En primer lugar, debes saber que existen los injertos sintéticos, que son una alternativa diferente de los tejidos humanos (que son los que se manejan en el banco de tejidos que dirige Sandra). Por eso, cuando no hay disponibilidad de estos, los primeros que mencioné (los sintéticos) son las opciones más factibles.
A pesar de que los injertos sintéticos son un gran avance en la medicina, su fabricación suele implicar el uso de materiales derivados del petróleo, como plásticos, siliconas y metales. Estos materiales pueden tener un alto impacto ambiental durante su extracción, procesamiento y transporte, dejando así una huella de impacto ambiental más grande que la de los tejidos humanos.
De la misma forma, los injertos sintéticos también son una fuente de residuos sólidos, ya que estos cumplen una vida útil, por lo que deben ser desechados y dispuestos como residuos según lo plantea la normativa ambiental. A pesar de que las instituciones de salud hagan lo posible por garantizar que los residuos médicos se dispongan de la mejor manera, a veces el impacto ambiental es imposible de evitar.
Así, los tejidos biológicos humanos representan una opción más sostenible para nuestro planeta, y más práctica para los pacientes que los requieren. Imagina cuántos implantes se pueden hacer anualmente usando tejidos sintéticos. Cualquiera sea la cifra que sin duda ha de ser grande, debes asociar la generación de un impacto ambiental.
Arriba te mencioné que, si no hay tejidos en la región, es necesario traerlos de otros países, lo que no solo provoca sobrecostos, también deja una huella de carbono importante, es decir sólo con su transporte desde lugares lejanos, considerando la quema de combustible para estos efectos, representa un impacto ambiental.
En resumen, un banco de tejidos impacta positivamente al ambiente, de forma indirecta, ya que es una alternativa al uso de tejidos sintéticos, los cuales consumen energía en su elaboración y generación de residuos o desechos durante su producción, uso o disposición final. Sumado a lo anterior, tener este tipo de organizaciones a nivel local o regional hace que no sea necesario la emisión de tantos gases generados por los medios de transporte.
Pero un elemento importante a considerar desde el impacto importante de los tejidos humanos es el mensaje y la consciencia que generan en cuanto a nuestra condición de seres humanos. Un banco de tejidos nos invita a vernos no como individuos aislados, sino como una especie, es decir, individuos que trabajan conjuntamente por la vida.
Los mitos y el terror alrededor de la donación
Como todo procedimiento médico, el trasplante de tejidos tiene sus riesgos, aunque se minimizan gracias al tratamiento que se les realiza antes. Sin embargo, a veces las personas se concentran tanto en lo que puede salir mal, que no ven el aporte social de la donación de tejidos.
Por suerte, el panorama no se ve desalentador. De acuerdo con los datos recolectados por el INS (Instituto Nacional de Salud) hasta septiembre del 2023 los trasplantes de tejidos y órganos crecieron un 21% en Colombia. Mientras que los donantes por muerte encefálica aumentaron el 15%, los donantes vivos el 12% y los donantes de tejidos 24%, con respecto al mismo periodo del 2022.
Sin embargo, todavía queda camino por construir. Esto anima a Sandra a continuar trabajando por todas las personas que quieren una nueva oportunidad para su vida, y que la donación de tejidos se presente como la luz en medio de sus necesidades.
Así como Sandra, tú también puedes hacer un cambio en la sociedad. Conversa con tus amigos y familiares sobre la importancia de donar los tejidos, para que, cada vez que les preguntes “¿donarías tus tejidos u órganos?” la respuesta siempre sea un “sí” lleno de convicción.
Entrevistada: Sandra Sanabria
Directora técnico-científica del Banco de Multitejidos de la Fundación Cardiovascular de Colombia
Escrito por: María Lucía Sarmiento Rojas (Semillero ALUNA)
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