Las nuevas formas de usar el cabello para salvar el planeta

Jimena y Diana son dos amigas unidas por el cuidado ambiental, por eso, decidieron emprender creando tapetes hechos de cabello usados para limpiar las aguas de los derrames de petróleo; de esta manera, crearon la filial de Matter of Trust en Colombia.


El planeta está viviendo un enredo, tan solo hay que mirar las últimas noticias en donde la contaminación y el daño ambiental son los grandes protagonistas. Sin embargo, ¿qué dirías si te digo que otro enredo podría contribuir a la salvación del planeta? Más bien un enredo de cabellos.

Sí, suena un poco raro, hasta incoherente, de seguro pensarás que he perdido la razón, pero Jimena Villegas y Diana Martínez son la prueba más verídica de que es posible rescatar el planeta con una maraña de pelos.

Una amistad por el medio ambiente

El primer encuentro de Diana y Jimena fue en la Universidad de Los Andes, mientras estudiaban sus respectivas carreras: Biología e Ingeniería Ambiental. Han vivido tantas cosas que no recuerdan muy bien su primer encuentro, pero hay algo que las une en este hilo fraternal que han tejido: el medio ambiente.

Por eso, aunque al graduarse tomaron caminos separados, aplicando sus conocimientos en diferentes empresas, las dos seguían unidas por el amor hacia el planeta Tierra.

A Jimena le preocupaba la contaminación que generaban los derrames de petróleo, ya que trabajó en este sector durante un tiempo, siendo testigo del daño que estos generaban a los ecosistemas y de las formas que existían para contrarrestarlas; por eso, se preguntaba constantemente: “¿qué otras alternativas hay para tratar los derrames de petróleo?”.

Pero esa duda no quedó como un pensamiento intangible, decidió investigar. La respuesta se le apareció en forma de un video en medio del mar de información de Internet; dicho video mostraba una iniciativa que despertó el interés de Jimena. Se trataba de Matter of Trust, una fundación sin ánimo de lucro (ubicada en San Francisco, Estados Unidos) que basa su misión en la colaboración.

El objetivo de Matter of Trust es recuperar residuos para convertirlos en materias primas funcionales en diferentes ámbitos; uno de sus proyectos más aclamados es el de los tapetes de cabello. ¡Sí!, así como lo escuchaste, tapetes de cabello que sirven para adsorber los hidrocarburos que caen en los cuerpos de agua o en el suelo. Así como lo leíste, adsorber con d, ya que el aceite se adhiere al cabello, reteniéndose en su superficie.

Pero ellos no solo desarrollan los productos y las tecnologías, sino que comparten este conocimiento con personas de todo el mundo que desean ayudar al planeta a través de la innovación. De esta manera, Jimena firmó un acuerdo con esta organización para que le dieran la asesoría necesaria en la implementación de este proyecto, creando la filial de Matter of Trust en Colombia.

“Ellos ponen unas condiciones y apoyan por medio de la información que ya han desarrollado, para que uno no tenga que inventarse las cosas, sino para (…) arrancar con la información que ya tienen”, afirmó la ingeniera ambiental.

Además de la sede en Estados Unidos, Jimena también cuenta con la colaboración de las otras filiales que hay en Latinoamérica (como en Chile). A partir de esta maravillosa tesis sobre la colaboración, Jimena se contactó con Diana (quien estaba ejerciendo su carrera en distintas empresas), para que juntas edificaran este sueño en tierras colombianas.

¿Por qué cabello?

El primer paso (o mejor dicho, los primeros pasos) fue caminar por los barrios de Bogotá para conocer a sus posibles proveedores, es decir, las peluquerías. Caminaron por las frías calles, y encontraron numerosos centros de belleza. Precisamente, según el informe ejecutivo del Departamento Nacional de Estadística (DANE) en Bogotá hay 261.678 micronegocios de peluquerías, los cuales deben cumplir con ciertos estándares ambientales según la Resolución 2827 de 2006.

En sus recorridos, Jimena y Diana encontraron una situación curiosa: las peluquerías estaban clasificando al cabello dentro de los residuos peligrosos, sin saber que no entraban en esa categoría. Por eso, cuando Jimena y Diana los asesoraron, la sorpresa de los emprendedores y empresarios fue inmensa.

“¡Yo sabía que se podía hacer algo con el pelo!” decían los dueños de los salones de belleza cuando el par de amigas les contaban sobre su proyecto. De esta manera comenzaron a trabajar a partir de las donaciones de cabello de estos negocios. 

La historia es interesante, pero hasta el momento no te he explicado por qué el cabello es una materia prima perfecta para crear productos. Tranquilo o tranquila, porque lo vas a leer del relato de nuestras protagonistas.

“El pelo por su naturaleza retiene grasas, digámoslo así (…) esa es la razón principal por la cual nos lavamos el pelo cada tanto tiempo, … porque se nos engrasa”,  nos explicó Jimena.  De la misma manera, el cabello es oleofílico (es decir que atrae grasas y aceites)  lo que le permite atrapar pequeñas gotas de hidrocarburos, como el petróleo.

Con respecto a esto, Jimena agregó que: “Prácticamente estamos mimetizando la naturaleza (…) y lo estamos poniendo al servicio, pues de algo que ya de por sí teníamos una necesidad y era el limpiar las grasas aceites del agua o del suelo”.

¿Lo mejor de todo? Es que sirve cualquier tipo de pelo: teñido o natural, liso o rizado, siempre y cuando su longitud sea al menos de tres centímetros.

Así se transforma el cabello

El proceso para que el cabello pase de hebras desordenadas a un tapete innovador es más sencillo de lo que parece. Primero, se recoge el cabello de las peluquerías para luego llevarla a una cuarentena de 15 a 20 días (esto con el fin de que muera cualquier parásito que haya en el cabello). Después le realizan una limpieza para extraer accesorios como ganchos o ligas que puedan ser un problema para el siguiente paso.

Ahora sí, la parte principal. Los cabellos son llevados a una especie de punzonadora, es decir, una máquina similar a la que se usa para fabricar tejidos no tejidos. De esta manera, las que usa esta máquina (agujas de punzonado) une las fibras como si las enredara  hasta formar los tapetes de cabello.

Los derrames de los hidrocarburos: un grave problema ambiental

Una de las cosas que más causa terror para el medio ambiente son los derrames de hidrocarburos, que usualmente suceden por accidentes en plataformas petroleras, camiones cisterna o tuberías, liberando grandes cantidades de petróleo y sus derivados en ríos, lagos y océanos.

A lo largo de la historia se han presentado eventos muy graves de esta índole. Un ejemplo de esto es lo que ocurrió el 20 de abril del 2010, cuando se produjo una explosión a bordo de la plataforma petrolera Transocean Ltd. Deepwater Horizon, contratada por BP, que liberó aproximadamente 168 millones de galones de petróleo en el Golfo de México.

Dando una mirada al panorama nacional, la situación no mejora. Según un análisis que realizó Mongabay Latam (medio de comunicación referente en temas ambientales) a la base de datos de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, entre el 2015 y el 2022, se registraron 2133 incidentes y derrames de hidrocarburos.

Quiero que veas más allá de los números. Las consecuencias de los derrames de hidrocarburos son múltiples y de largo alcance. El petróleo forma una capa en la superficie del agua que impide el paso de la luz solar, lo que afecta a la fotosíntesis y reduce los niveles de oxígeno disuelto. Esto provoca la muerte de algas y plantas acuáticas, lo que a su vez afecta a toda la cadena alimentaria. Además, los hidrocarburos son tóxicos para una gran variedad de organismos y pueden bioacumularse en los tejidos de los animales marinos, representando un riesgo para la salud humana a través del consumo de productos del mar.

Una alternativa que no ha sido tomada en cuenta

A partir del panorama anterior, Jimena y Diana proponen una alternativa diferente para limpiar los cuerpos de agua de estos derrames; ¡el pelo! Precisamente, ellas han estado desarrollando otros productos para este tipo de situaciones, como las barreras mixtas y orgánicas que suelen usarse para frenar la expansión de los derrames.

Sin embargo, llevar estas innovaciones a las diferentes empresas de actividades petroleras es un reto que siguen sorteando. “Nosotros hemos podido acercarnos a (…) funcionarios de Ecopetrol, por ejemplo, pero llegar a la persona clave, que tome la decisión de compra, ha sido muy difícil” nos declaró Diana.

Debido a esto, y mientras consiguen penetrar el sector petrolero con su innovación, nuestras protagonistas han enfocado sus esfuerzos comerciales en la agricultura, ya que este tapete también puede servir como un acolchado orgánico conocido como “mulch”, el cual es usado para prevenir la aparición de malezas; usualmente, se utilizan aquellos fabricados con plástico, por eso, el tapete de cabellos es una alternativa más sostenible, puesto que  le aporta nutrientes y ahorra agua de riego.

Los días pasan pero ellas no se dan por vencidas, saben el potencial que tiene su innovación para el cuidado del medio ambiente, así que seguirán recorriendo este camino juntas, siendo su motor la amistad y el deseo de proteger a la Tierra. Para nosotros es claro que en relación con salvar el planeta… ¡ellas no están tomando del pelo!


Entrevistada: Jimena Villegas y Diana Martínes
Creadoras de Matter of Trust en Colombia
Escrito por: María Lucía Sarmiento Rojas (Semillero ALUNA)

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