Una luz de esperanza para el planeta: Energías renovables en medio de la crisis climática

De recuerdos estamos llenos y hay unos más fuertes que otros. Y de mi principal recuerdo, yo me siento orgullosa. Recuerdo que años atrás cuando se hablaba del medio ambiente, cambio climático o calentamiento global, muchas personas no le daban la importancia que amerita este tema. Hoy podemos ver que, gracias a la lucha de miles de individuos (ambientalistas, activistas e investigadores) el mundo está dirigiendo su mirada hacía la alerta climática, logrando establecer el primer tratado internacional adoptado por más de 196 países, llamado el Acuerdo de París, que tiene como objetivo reducir el aumento de la temperatura global. En este artículo vamos a sobrevolar lo que se ha dicho y especialmente, lo que se ha planteado en términos de innovaciones para tener un mejor planeta. 

Todo este esfuerzo de transformación, nació al ver como la mano del hombre está dañando el único paraíso que tenemos para vivir, de cómo aumentan los desastres naturales, los terremotos, los huracanes, los incendios forestales, el agotamiento de los recursos naturales, entre otros fenómenos. Sin embargo, aunque cada vez más se suman personas en la causa de conservar nuestro planeta para las futuras generaciones, todavía nos hace falta tomar más acciones, mejorar nuestros hábitos de consumo, los sistemas de producción, así como también, transformar y reestructurar los actuales modelos económicos que nos gobiernan. 

En las últimas décadas diversos estudios han demostrado cómo las actividades económicas, basadas en la explotación de los recursos naturales (la extracción de combustibles fósiles, la ganadería intensiva, la producción excesiva de la agricultura) han desencadenado impactos negativos al medio ambiente, como lo es, la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI), tales como el metano (CH4) y el dióxido de carbono (CO2).

 Estos gases contribuyen al problema más grande que quizás haya enfrentado la humanidad, y es el calentamiento global. Como ejemplo de estos estudios, cabe señalar, que según la Asociación Interamericana para la Defensa del Medio Ambiente (AIDA), la quema de los combustibles fósiles (como el carbón) para producir la energía eléctrica a nivel global, es la principal responsable de emitir estos GEI y otros contaminantes climáticos de vida corta (carbono negro, ozono troposférico), por lo que estos fósiles son los mayores causantes del exceso de temperatura en la Tierra.

Los preocupantes datos que amenazan a nuestro planeta

Según el último informe del IPCC (Instituto Gubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), la influencia humana es responsable de un calentamiento de aproximadamente 1,1 °C desde 1850-1900, y se concluye que, a menos que los GEI se reduzcan de manera inmediata, rápida y a gran escala, limitar el calentamiento a cerca de 1,5 ºC o incluso a 2 ºC será un objetivo inalcanzable. ¡Qué absurdo esto! ¿No? Tenemos la solución en nuestras manos. “Disponemos de los medios para limitar el cambio climático y construir un futuro más próspero y sostenible”, es una de las conclusiones del quinto informe del IPCC. 

En otro orden de ideas, cabe destacar que no todo es malo y que el desarrollo productivo asociado a la actividad humana está ampliamente relacionado con los avances tecnológicos que gozamos actualmente, puesto que estos nacieron por la necesidad de un mejor sistema productivo, que, a su vez, facilitaría la vida del hombre. Y fue gracias a esto que la humanidad ha dado grandes pasos de transformación en su historia. 

Un ejemplo de ello son las cuatro revoluciones industriales, la mecanización de la producción a través de la máquina a vapor, la electricidad, la informática, la revolución digital o tecnológica, la exploración del espacio, entre otros avances. Así mismo, la tecnología ha hecho un mundo más interconectado, debido a las telecomunicaciones y los sistemas de transportes que permiten facilitar el desplazamiento de un lugar a otro, en el menor tiempo posible. 

La esperanza podríamos encontrarla  en la tecnología

En este sentido, los avances tecnológicos pueden servir de ayuda para combatir el calentamiento global y hacer de este planeta un mundo cada vez más sostenible. Según Ajit Niranjan, columnista del portal de noticias Deutsche Welle (DW), existen cuatro innovaciones que los expertos en energía les manifestaron que son prometedoras para detener el paso del cambio climático: 

Paneles solares y aerogeneradores

Estas tecnologías convierten la energía solar y el viento en electricidad sin liberar GEI. Lo innovador de estos avances es que a medida que han evolucionado, han transformado la energía de manera más eficiente, logrando ser más baratas y más rentables que los combustibles fósiles. Sin embargo, estas energías renovables no pueden generar electricidad sin el sol y el viento. Para evitar esta desventaja hay que recurrir al almacenamiento de electricidad a través de baterías. 

Por otro lado, estas energías lideraron el mercado de las tecnologías renovables, con una expansión de capacidad instalada de 127 gigavatios (GW) y 111 GW de nuevas instalaciones solares y eólicas para el 2020, según la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA por sus siglas en inglés). 

Además, Alfonso Zuárez, columnista del portal de noticias Portafolio, expresó que Colombia cuenta con un listado de 25 proyectos de energías renovables, de los cuales 16 corresponden a parques eólicos y ocho a plantas solares, ubicados en su mayoría en la región de la costa Caribe.

Cabe mencionar, que algunos de estos proyectos fueron inaugurados recientemente, esperando a entrar en operación, y otros están en etapa de montaje; se espera que el restante quede listo para finales del 2022 o principios del 2023.  De igual forma, el Ministerio de Minas y Energía de Colombia expresó que el objetivo es terminar 14 plantas de generación renovables en agosto del presente año, y en el segundo semestre se espera dejar otras 12 estructuras en proceso de construcción. 

Por su parte, de los proyectos eólicos se destaca Guajira I (es el primero de los 16 parques eólicos ubicados en La Guajira), situado en el municipio de Uribia. Este proyecto se encuentra en funcionamiento y contó con una inversión superior a los 75.000 millones de pesos. Se extiende en 5,5 hectáreas, posee una capacidad instalada de 20 megavatios y cuenta con 10 aerogeneradores que ingresarán a la matriz de generación eléctrica del país; además, permite reducir 136 toneladas de CO2.

Un dato importante a resaltar de este parque, es que gracias a las velocidades del viento (el doble del promedio mundial) que tiene el departamento de La Guajira, la energía será constante y podrá generar energía para 33.295 familias colombianas, según el portal de noticias Portafolio. 

/ ALUNA

En cuanto a los paneles solares sobresale Bayunca I, ubicado en Cartagena, que opera desde el mes de septiembre de 2020 en un terreno de 6,5 hectáreas, con una instalación de 9.810 paneles solares y una capacidad instalada de 3,6 Megavatios pico (MWp). Asimismo, según la revista Semana, este proyecto provee energía renovable al sistema eléctrico del país y contó con una inversión de cinco millones de dólares, además de beneficiar cerca de 4.000 familias. 

Baterías para vehículos eléctricos

Estas baterías están conformadas por iones de Litio, lo que las hacen más livianas y pequeñas; además se pueden cargar con mayor velocidad y frecuencia. A medida que su peso y precio en el mercado sigue cayendo, las hacen más atractivas e importantes en la descarbonización del sector transporte, al hacer que los vehículos eléctricos sean más baratos que los usados actualmente. Según Joao Gouveia, miembro sénior del Project Drawdown (organización investigadora que analiza soluciones climáticas) no se puede tener un 70% de energía renovable para el 2050 que sólo provenga de la energía solar y eólica, por lo que se necesita aplicar el almacenamiento de baterías.

Power-to-X

Esta tecnología es una manera de almacenar energía renovable en diferentes formas, usando electrolizadores para extraer hidrógeno del agua. Según Gero Rueter, miembro del portal de noticias DW, al convertir la energía en hidrógeno se podría resolver el problema de almacenamiento que enfrenta la transición energética. Por otro lado, cuando se haya obtenido el hidrógeno a través de un proceso en el que se agrega dióxido de carbono, esta puede producir queroseno sintético, gasolina o diésel; convirtiendo el hidrógeno en combustible. ¡Fantástico! ¿No? Asimismo, Rueter añadió que esta innovación podría liberar al transporte, la calefacción y el proceso industrial de los combustibles fósiles.

Sin embargo, actualmente los altos costos para implementar esta tecnología es uno de los mayores obstáculos, dado que gran parte del hidrógeno se produce a través del petróleo crudo y del gas natural, que es más rentable que obtenerlo de la energía eólica.

Captura y almacenamiento de carbono

Esta tecnología consiste en apresar el CO2 de las plantas de energía y almacenarlo bajo tierra. Al implementar esta innovación en las plantas de biomasa (planta de generación eléctrica donde se quema material vegetal orgánico para producir energía, como los residuos agrícolas, forestales e industriales) se puede producir energía mientras se mitiga el CO2 en la atmósfera. No obstante, según un informe del Global Carbón and Storage Institute sólo existen 19 proyectos de este tipo, por lo que su crecimiento ha sido un poco lento para alcanzar el objetivo de reducir el aumento de la temperatura.

Ahora bien, la pregunta del millón es ¿podrán los avances tecnológicos garantizar el equilibrio entre el desarrollo de la sociedad y la capacidad de carga del planeta, para así generar un verdadero desarrollo sostenible? La respuesta a esta pregunta es un poco impredecible, dado que esta crisis climática representa grandes desafíos sin precedentes y, a su vez, depende de diversos factores, uno de ellos y quizás el más importante es el cambio hacia una nueva conciencia y forma de pensar, donde se deje de priorizar el beneficio particular ante las verdaderas necesidades del planeta y de la vida misma. Este nuevo enfoque requiere además de una transformación y reestructuración del modelo económico vigente, así como del sistema energético global, si queremos un nuevo mundo donde la evolución de la humanidad no afecte o altere las diferentes formas de vida y el equilibrio natural del planeta. 

Finalmente, en la medida que el hombre ha venido evolucionando, al mismo tiempo la naturaleza se ha visto sujeta a cambios desfavorables provocados por dicha evolución. En la actualidad, el hombre se ha habituado a la idea de que vivimos en una Tierra esférica, pero en realidad no ha tomado la suficiente consciencia de que estamos en un planeta limitado y con un sistema cerrado. 

Lo anterior significa que los recursos y reservas tienen un punto límite, y que nuestro planeta sólo recibe la energía solar que hace posible la vida en la Tierra, pero la cantidad de desechos y contaminación que producimos no salen con rumbo al espacio exterior, sino que nos quedamos con ella, y como resultado afectamos la variación global del clima.

/ ALUNA

Si el ser humano llegase a comprender esto desde lo moral, ético, psicológico y político, podríamos haber evitado tantos desastres naturales y el colapso climático que hoy acecha a la humanidad. Sin embargo, hay esperanzas, por un lado, el comienzo de una nueva generación más informada y un poco más consciente que la de hace unas décadas atrás (como lo es cada uno de los lectores de ALUNA), y por el otro lado, los avances tecnológicos como solución para contrarrestar el apresurado calentamiento global.


Escrito por: Carolyn Caselles (Semillero ALUNA)

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