Me dicen que quedé bajita de estatura por dejar el brócoli en el plato. ¡Ridículo! Sin embargo, lo que me cuestionaba cuando escuchaba semejante conclusión era lo siguiente: ¿a dónde iban todos esos brócolis que no me comía? Luego me enteré de que el destino de ellos, al igual que el de otros manjares de este corte, era ser simples residuos y terminar en los vertederos. Entonces pensé: ¿no podría ser otra la suerte de estos vegetales?
Pero al parecer no era la única que le daba vueltas a esa idea: Israel Herrera Orozco, ingeniero químico colombiano, también tuvo la misma inquietud y actuó al respecto. Él trabaja como investigador en la Unidad de Análisis de Sistemas Energéticos del Departamento de Energía del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) ubicado en España.
Israel junto con su equipo de trabajo estuvieron desarrollando un sistema para la producción de energía en el que combinan dos tecnologías. La primera consiste en un sistema de energía solar conformado por espejos parabólicos y en complemento está un sistema producción de gases a partir de la gasificación de residuos de alimentación. A esta innovación la denominan sistema híbrido de concentración solar con producción de gases a partir de la digestión de residuos orgánicos, cuyo prototipo fue instalado en la Universidad de Túnez. ¡Quédate para conocer más sobre este proyecto! Y encontrarás un ejemplo de como uno, de muchos colombianos, contribuye a la transformación del planeta en otros países.
Biomasa y energía solar: ¿cómo se pueden combinar?
Israel siente una gran admiración por las energías renovables, es por esta razón que ha estado trabajando en diferentes proyectos que las involucren, puesto que a través de ellas se puede disminuir el impacto ambiental de los gases de efecto invernadero que son responsables del aumento del calentamiento global.
Pero no es sólo eso, este tipo de energías también contribuyen a tendencias de desarrollo del planeta, como la economía circular. Este es el caso del sistema construido en la Universidad de Túnez, el cual, como se mencionaba anteriormente, tiene dos componentes principales que funcionan de la siguiente forma: La luz solar refleja los espejos y esta radiación calienta el agua que se encuentra circulando a través de los tubos. El vapor que resulta de esto se dirige al tanque de vapor, en donde se condensa. Después, este vapor se junta con el que se genera en la caldera (que es el segundo componente principal) donde se gasifican los residuos alimentarios, de los cuales podría ser parte el brócoli con el que iniciamos el relato. Teniendo ya una sola corriente de vapor, esta se usa para alimentar la turbina, generando energía eléctrica, en este caso, para dos edificios de la universidad. Finalmente, parte de este vapor se condensa y entra de nuevo al ciclo.
En la siguiente imagen podrás ver la forma en la que funciona el sistema.

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