¡A mí que me den los gorditos! Es lo que siempre escucho de mi hermano mayor cada vez que nos reunimos en casa. ¿Quién no se ha comido un asado en familia? Estas reuniones en torno a un plato de carne y guacamole son la excusa perfecta para compartir al sol. Lo pensaba igual, hasta que descubrí que había millones de razones en las que eso afectaba nuestro planeta.
Para la FAO, “la ganadería no va de la mano con el medio ambiente”. Actualmente, uno de los problemas que han sido fuente de constante estudio en los últimos años es el efecto de la ganadería en el medio ambiente y la manera en que lo amenaza. Sobre lo anterior, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) proclamó en el año 2006 que el sector ganadero produce más gases de invernaderos que el sector del transporte, y estos datos han ido en aumento exponencial estos últimos años, (18% más, medidos en su equivalente en CO2). En cifras sencillas, si tú comes carne de res dos veces a la semana, esto equivale en términos de emisión de CO2 a la atmósfera a casi lo que podrías emitir de CO2, al desplazarte 300 km en un carro promedio. Por otro lado, esta institución admitió que la ganadería es una de las principales causas del deterioro del suelo y los recursos hídricos.
La gráfica a continuación ayuda a entender la distribución de las emisiones de gases de efecto de invernadero en las regiones de Colombia, y el porcentaje atribuido a la ganadería.

A diferencia de otros sectores agrícolas, el sector ganadero y pecuario es el de crecimiento más rápido en el mundo, siendo el medio de subsistencia para 1,300 millones de personas (como si veintiséis países de la población de Colombia se dedicaran a eso) y el 40% de la producción agrícola mundial. Sin embargo, esto tiene un precio elevado a nivel ambiental, tal y como FAO advierte en el informe titulado La sombra alargada de la ganadería-aspectos medioambientales y alternativas. “El coste medioambiental por cada unidad de producción pecuaria tiene que reducirse a la mitad, tan solo para impedir que la situación empeore” se afirma en el documento.
Por otro lado, según FAO, se define que esta industria es responsable del 37% de todo el metano producido por la actividad humana, Para hacernos una idea, esto es como si liberáramos a la atmosfera 3.125.000 camiones cargados de gases dañinos al año. Ese gas resulta ser 23 veces más perjudicial que el CO2 y tiene su origen en el sistema digestivo de los rumiantes. Además de lo anterior, la industria ganadera libera a la atmósfera el 64% del amoniaco que es el principal causante de la “lluvia ácida”, fenómeno que ha ido en incremento.
La construcción de un nuevo sector ganadero más acorde con el medio ambiente.
Para mitigar los problemas de esta industria, la LEAD y la FAO proponen una serie de medidas que sirvan como agente enderezador. Para esto, es necesario que todos los responsables de la silvicultura, en Colombia y en el mundo, pongan de su parte. La silvicultura es el conjunto de actividades relacionadas con el cultivo, el cuidado y la explotación de los bosques y los montes.
En primer lugar, se necesita utilizar métodos de conservación del suelo y el silvopastoreo (que encabeza la ganadería sostenible), que es un sistema de producción pecuaria en donde se incluyen árboles y arbustos para que interactúen con los componentes tradicionales (mayoritariamente pasto) bajo un sistema de manejo integral y una alternativa para el desgaste de los suelos.
Dicho sistema de alimentación se agrupa dentro de lo que se conoce como ganadería sostenible y que podría ser una solución a gran parte de los problemas de contaminación que proviene de la ganadería. Este sistema no solo incluye en su práctica el uso nuevos métodos de alimentación sino también hace énfasis en la conservación de los ecosistemas naturales al interior de las fincas ganaderas. Lo que se busca en esta ganadería es un balance entre la producción y la conservación. Hay una gran diversidad de árboles y arbustos que pueden integrarse sin ningún problema en la alimentación de la producción ganadera y de igual forma brindan grandes beneficios: reciclaje de nutrientes, conservación de la fertilidad del suelo, fijación de nitrógeno, regulación del ciclo hídrico, producción de hojas y frutos para alimento del ganado, conservación de la biodiversidad, captura de carbono y generación de leña y madera, entre otros.
Además, si hablamos de las hojas de los árboles, el porcentaje de proteína que estas presentan es mayor al porcentaje de las hojas de los pastos, mejorando la dieta de los animales y por lo tanto la calidad de la producción.
Complementariamente, el ganadero Rafael Buenahora nos menciona que la implementación de un sistema silvopastoril es aquel en que los árboles suministran sombra a los animales, además de mantener por obvias razones el piso suelto (evitando la compactación). También cortan la brisa que es lo que hace que se sequen los pastos y reducen la utilización de herbicidas e insectidas, siendo mucho más amigable con el medio ambiente.
En Colombia, el proyecto Ganadería Colombiana Sostenible (GCS) gestionado por Fedegan, Cipav, The Nature Conservancy, Fondo Acción y el Ministerio de Ambiente y Agricultura, ante el Global Environment Facility – GEF y el Banco Mundial, es la oportunidad para mejorar la producción del negocio ganadero colombiano a través del trabajo amigable con el medio ambiente. Este proyecto promueve el uso de diferentes tipos de árboles integrados a la producción ganadera, y la conservación de bosques nativos de las fincas colombianas. El proyecto beneficia alrededor de 3.900 familias ganaderas distribuidas en 87 municipios de cinco zonas del país.
A continuación, se presenta un gráfico que explica el sistema de producción silvopastoril:

Seguidamente, es un factor prioritario dentro de un modelo sostenible ganadero, sobre todo en Colombia, que se brinde manejo racional a la hora de hacer riegos controlados con agua, evitando pérdida de este recurso y su desperdicio de manera descomunal. A esto le llamamos el proceso de riego sostenible, que consiste en la práctica racional a la hora de realizar riego de las plantas, de modo que contribuye a satisfacer las respectivas necesidades ganaderas del presente sin comprometer en modo alguno las de las generaciones futuras.
Para culminar, los sistemas ambientales hacen un llamado a la población mundial, solicitando tomar conciencia con respecto a la necesidad de la disminución del consumo de carne excesivo que se presenta actualmente, invitando a buscar alternativas alimentarias más sustentables y positivas ecológicamente, orientando a las nuevas generaciones al veganismo y al vegetarianismo.
Las barreras para un cambio.
“Ante las voces enemigas de la ganadería y del consumo de carne y leche, como supuestas causas del calentamiento global y del fin del planeta, el sector ganadero colombiano fija una clara posición de rechazo.” Estas fueron las palabras de José Felix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) en agosto del 2019. Muestra de la ignorancia que poseen algunos ganaderos con respecto a las consecuencias ambientales que causan sus actividades, y por lo tanto se puede decir que la voluntad de contribuir al cuidado de la naturaleza es casi nula por parte de este gremio.
En Colombia, se debe destacar el papel que debe jugar la ganadería colombiana en el concierto mundial. La economía rural y ganadera colombiana tiene el deber de apalancar, lamentablemente, el desarrollo del país como un importante abastecedor de alimentos como lo son, por ejemplo, Australia, Ucrania o Argentina. Además, la importancia del sector ganadero colombiano en la economía del país es muy alta, el cual contribuye con un 24,8 % del PIB agropecuario y el 1,6 % del producto nacional. No obstante, su tamaño e importancia, el país no contempla una inversión para el cambio. Es decir, buscar la reestructuración del sistema colombiano no está dentro de las prioridades nacionales de lleno, puesto que incluiría inversión y un cambio en las cifras. Cambiar requiere indudablemente de inversión, pero más que eso, exige un cambio de paradigma en cuanto a la actividad ganadera, hecho que podría ser difícil ya que la contaminación que de esta actividad se desprende no se hace visible de manera inmediata ante los ojos del ganadero.
Sin embargo, apuntando al objetivo de reconversión a la sostenibilidad el programa piloto GCS que se mencionó anteriormente, ha sido desarrollado en una amplia alianza con el Banco Mundial, el gobierno del Reino Unido y reconocidas instituciones y fundaciones del sector ambiental y quizás iniciativas como estas son las que impulsarán mejores condiciones para nuestro que la ganadería pueda satisfacer las necesidades alimenticias sin dañar al medio ambiente.
Periodista: Emilie Gauthier
Conceptos clave
- Ganadería ecológica: La ganadería ecológica es aquella que es «perdurable en el tiempo y que mantiene un nivel de producción sin perjudicar al medio ambiente o al ecosistema»
- Silvopastoreo: El Silvopastoreo es un sistema de producción en donde las leñosas como árboles y/o arbustos interactúan con los componentes tradicionales en un sistema de ganadería controlada.
- Sostenible: Se refiere al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno. Por extensión se aplica a la explotación de un recurso por debajo del límite de renovación de estos.
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Palabras clave: Ganadería, ganadería sostenible, gases de efecto invernadero, carnes, sector ganadero