¡Lavar al rayo McQueen! Un problema que se disminuye gracias a los lavaderos sostenibles

Por poco terminamos con las ánimas (o así lo diría mi abuelo) aquella vez que mi primo casi choca con la entrada del centro comercial, todo por desplazarnos a una velocidad que superaba la permitida. Si hubiese ocurrido un accidente, habría sido necesario enviarlo a mantenimiento, algo que puede resultar bastante costoso, puesto que además de arreglarlo, el tiempo que esto demora también podría ser pérdida de dinero.

¡En fin!, tener un automóvil requiere de cuidado permanente que va desde evitar un choque hasta ponerle combustible, aceite y como no, mantenerlo limpio. Aquí, en relación con evitar que esté sucio es en donde queremos profundizar porque llama la atención la cantidad de agua que se puede gastar en el lavado de cada automóvil y pues si pensamos en el tamaño de todo el parque automotor a nivel mundial, la angustia ambiental puede crecer.

En busca de lograr que los centros de lavado de autos se vuelvan más sostenibles se han desarrollado distintas soluciones para disminuir el impacto de esta actividad, como el que ha llevado a cabo Germán González en su empresa Servicentro Deprisa, y que es el centro de esta publicación.

La historia de la construcción de una empresa sostenible

Germán González es el dueño del Servicentro Deprisa, una empresa ubicada en Bucaramanga (Santander) que se dedica a la lubricación y embellecimiento automotriz desde 1997, y que desde 2017 no vierte aguas al alcantarillado gracias a la construcción de un sistema de reutilización de las aguas de lavado que esta empresa desarrolló en conjunto con el ingeniero Luis Eduardo García de Industrias Parber.

La planta funciona de la siguiente manera: el agua utilizada en el área de lavado de autos cae a una trampa de grasas, un dispositivo fabricado para separar los residuos sólidos y las grasas del agua. Luego, el líquido llega a un tanque de almacenamiento primario y después asciende, con la ayuda de una motobomba, a un tanque que tiene un volumen de 2 metros cúbicos. Aquí se llevan a cabo las siguientes actividades que permiten limpiar el agua utilizada: coagulación y floculación para que las partículas de arena y polvo queden en el fondo.

Llegado a este punto, el agua se somete a un proceso de agitación denominado aireación, con el objetivo de que el líquido se mueva en círculos a fin de separar las partículas más finas del fluido, las cuales caen hacía la parte inferior. Después de esto, Germán y sus empleados deben revisar el agua para verificar si está lista para el siguiente procedimiento, que consiste en llevar el líquido a dos filtros primarios que se encargan de eliminar aquellas partículas de gran tamaño que no se decantaron en el tanque de dos metros cúbicos.

Más adelante, los fluidos pasan por un microfiltro el cual remueve microorganismos y pequeños coloides. Ya al final, el agua es transportada a un nanofiltro y después es conducida a otro tanque, lista para ser reutilizada en el lavado de autos. A pesar de que es un proceso bastante completo, el agua que se obtiene en el tratamiento no es potable, o sea, no es para consumo humano. En la siguiente imagen podrás apreciar el cambio en la composición del agua después del proceso de tratamiento.

El agua después del proceso de tratamiento / Germán González

Este proyecto le ha representado a la empresa un ahorro de dinero, puesto que pasaron de pagar 1.200.000 de pesos colombianos mensuales a pagar 300.000, lo que anualmente significa un costo de 3.600.000 pesos. Por otro lado, y muchos más importante desde la perspectiva ambiental, también han logrado disminuir el consumo de agua, pasando de gastar 180 metros cúbicos al mes a solo 30 metros cúbicos. Teniendo un ahorro mensual de 150 metros cúbicos, entonces el ahorro mensual de agua es de 1.800 metros cúbicos que equivale a 21.600 metros cúbicos al año que equivalen a 9 piscinas olímpicas.

Gracias a este proyecto, Servicentro Deprisa pudo incorporarse al programa de Negocios Verdes y ha recibido el reconocimiento de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) y Empresa Pública de Alcantarillado de Santander (EMPAS). Sin embargo, según Germán, aunque ha tenido visibilidad y obtenidos beneficios, se espera que el compromiso de las entidades del estado pueda ser más alto ya sea con beneficios tributarios, bajas tasas de interés para implementar este tipo de soluciones u otros posibles beneficios económicos que apoyen iniciativas novedosas que contribuyan a mantener o mejorar las condiciones del medio ambiente.

El agua no es un recurso eterno

Al lavar un auto con manguera se pueden gastar alrededor de 500 litros de agua, lo que equivaldría a 125 baldes caseros. Según las estimaciones más recientes de Ward Intelligence (líder en investigación e inteligencia automotriz) a nivel mundial había cerca de 1,32 millones de automóviles a finales del 2016, lo que implica que el lavado de estos consume agua en grandes cantidades. Lo más grave de esto es que estas aguas no se vuelven a reutilizar, terminando en los alcantarillados que muchas veces desembocan sus líquidos en ríos y quebradas, contaminándolos.

Al igual que para el lavado de autos, el agua es un recurso que suele utilizarse en muchas actividades hasta tal punto que su consumo mundial  ha alcanzado cantidades desorbitantes, o eso revelan las cifras presentadas por la Fundación Aquae que muestran que la demanda de agua ha incrementado hasta llegar a los 64.000 millones de metros cúbicos de agua, de la cual el 70% se destina para la agricultura, el 20% se usa en la industria y el 10% restante está disponible para el uso doméstico.

No obstante, el aumento en el consumo, no todo el mundo puede gozar de un recurso hídrico de calidad, ya que, según el Banco Mundial alrededor de 2.200 millones de personas a nivel mundial no tienen acceso a servicios de agua gestionada de forma segura, 4.200 millones no cuentan con servicios de saneamiento seguros y 3.000 millones no poseen sistemas de saneamiento para lavarse las manos.

Pero eso no es todo, gran cantidad de las aguas que llegan a los alcantarillados terminan en los cuerpos de agua, como ya se ha mencionado.  De acuerdo con la UNESCO, el 80% del agua que se usa por la actividad humana llega a los ecosistemas sin ser tratadas o reutilizadas. Es importante considerar que las fuentes hídricas no tienen la capacidad para neutralizar la carga contaminante de las aguas domésticas e industriales, generando problemas ambientales y de salud tales como malos olores, muerte de la flora y la fauna acuática y transmisión de enfermedades gastrointestinales que pueden provocar la muerte.

Colombia no está exenta de esta situación. El informe “Estudio Sectorial de los servicios públicos domiciliarios de Acueducto y Alcantarillado” de Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios publicado a finales del 2017 afirma que de los 1.122 municipios que se encuentran registrados por Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), solo 541 cuentan con algún tipo de Planta de Tratamiento de Aguas residuales.

En el caso del Área Metropolitana de Bucaramanga, solo hay una planta de tratamiento de aguas residuales que se encarga de limpiar las aguas que provienen del municipio de Floridablanca y del sur de la capital santandereana, la cual atiende el afluente más representativo de la zona, Río de Oro, que presenta altos niveles de contaminación.

Además de Río de Oro, hay otros cuerpos de agua que están contaminados en Colombia. En la siguiente imagen te los mostramos.

Los 10 ríos más contaminados de Colombia. Fuente: Plan Nacional de Manejo de Aguas Residuales Municipales / ALUNA

De acuerdo con las Naciones Unidas, en el 2017 la población mundial alcanzó los 7.600 millones de personas, y se estima que para el 2030 haya más 8 mil millones de personas en todo el mundo, por lo que la demanda de los recursos aumentará de forma desproporcionada, y entre estos se encuentra el agua. Por lo que es necesario realizar acciones y proyectas que fomenten a la conservación del agua antes de que este empiece a escasear por completo para nuestras futuras generaciones.

En virtud de este panorama emerge el menester de que las instituciones gubernamentales den su apoyo a los proyectos que conservan los recursos ambientales, como los implementados por Germán. Sin embargo, desarrollar soluciones no es sólo responsabilidad del estado o de innovadores como el protagonista de esta historia. También es deber de nosotros como personas del común reconocer este tipo de iniciativas.

Germán afirma que desea convertir su empresa en una organización totalmente sostenible, por lo que está planeando instalar paneles solares. Sabe que es un camino lleno de constante aprendizaje, así que reconoce que no será una trayectoria muy sencilla pero que vale la pena con el fin de mantener un equilibrio ecológico. Si deseas conocer más sobre nuestro protagonista escucha todas sus declaraciones en el siguiente podcast que tenemos para ti.


Entrevistado: Germán González
Gerente de Servicentro Deprisa
Correo electrónico: deprisa.ger74@gmail.com
Periodista: María Lucía Sarmiento Rojas

Conceptos clave

  • Plantas de tratamiento de aguas residuales: Instalación en la que se llevan a cabo distintos procesos químicos y físicos con el fin de purificar las aguas contaminadas.
  • Coagulación: Proceso que consiste en añadir al agua sales metálicas para que se desestabilicen las partículas de polvo y arena con el objetivo que se aglomeren en grumos.
  • Floculación: Proceso químico en el que se adiciona sustancias químicas al agua, con el fin de aglutinar los residuos sólidos y de esta forma facilitar el proceso de sedimentación.

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Palabras clave: Lavaderos sostenibles, reciclaje, reutilización del agua, agua más limpia, lavaderos de carros, sostenibilidad, innovación local

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