¡Es la hora de bañarse! Colibricare y sus jabones artesanales amigables con el medio ambiente

Hay días en los que uno está decidido a acabar con los problemas ambientales en el mundo y, entonces, toma la increíble decisión (pero fatídica para los que conviven con uno) de no bañarse y ahorrar el agüita que no le sobra al planeta. 

Haciendo referencia a esta anécdota en común en nuestra vidas, quiero preguntarle, ¿sabe usted en cuánto contamina al medio ambiente con tan solo bañarse?, incluso muchas otras actividades que hacemos por necesidad también contaminan, ¡hasta respirar deja una huella de carbono!

Querido lector, yendo más allá de los 100 litros de agua que gasta si su ducha demora 5 minutos (esperemos que los conciertos imaginarios que da no duren más que eso), también hay que pensar en los utensilios que requiere para tal actividad, por ejemplo, su jabón.

Mi intención no es hacerle desistir en su ferviente deseo de bañarse todos los días, sino más bien concienciar sobre el impacto negativo de nuestras actividades diarias, realizadas por necesidad o belleza. Pues, aunque no lo queramos, existe la paradoja de que mientras limpiamos nuestro cuerpo, estamos ensuciando el planeta. 

¡Así es! Muchos de los productos de higiene personal contienen químicos bastante tóxicos para el medio ambiente y para nosotros. Antes que nada, en la mayor parte de los casos, estos productos cosméticos llegan a los ríos, lagos y mares a través del desagüe, dejando sus componentes químicos en estos ecosistemas acuáticos.

Según German Madrigal, director del Instituto de Investigaciones Farmacéuticas (Inifar) de la Universidad de Costa Rica (UCR), existen diferentes consecuencias de estos productos para la naturaleza. Por ejemplo, los jabones que generan espuma no son los mejores para el ambiente, puesto que contienen sustancias que son  difícilmente degradables en la naturaleza.

Además, este experto sostiene que: “Es difícil decir con certeza los efectos de este tipo de contaminantes, ya que siguen estudiándose actualmente, pero se ha descrito que algunos de ellos (…) podrían alterar toda la parte hormonal de algunas comunidades dentro de los ecosistemas y a algunas poblaciones de seres vivos provocarles infertilidad o incluso cambios de sexo”.

Por otro lado, los componentes de estos artículos también pueden generar problemas de salud en las personas. De acuerdo con una investigación realizada por RIT (Instituto de Tecnología de Rochester), en los ingredientes que podemos encontrar están los parabenos, que son relacionados con el cáncer, neurotoxicidad (daño al cerebro o sistema nervioso periférico), irritación en la piel, entre otros.

De esta manera, queridos lectores, es necesario que seamos conscientes a la hora de comprar este tipo de productos. Por lo tanto, debemos buscar o crear nuevas alternativas de cosméticos que sean más amigables para nosotros y el planeta.

Esto fue lo que hizo Edwar Cáceres, creador de Colibricare, un emprendimiento del municipio de Pamplona, Norte de Santander, que busca hacer conciencia sobre el cuidado del medio ambiente a través de la higiene personal y la salud, ofreciendo así productos de cosmética natural amigables con el entorno

¡Continúa leyendo para descubrir cómo lo hace!

Un superhéroe pamplonés que defiende el medio ambiente

Edward Cáceres Osorio es microbiólogo de la Universidad de Pamplona y magíster en Ciencias biológicas; igualmente, ha estado involucrado en la defensa del medio ambiente desde grupos comunitarios en el municipio. Incluso, hace algunos años estuvo en el Comité Local por la Defensa del Páramo de Santurbán, en donde trabajó junto a personas que tenían esa misma pasión por defender el ‘oro azul’ de la zona. 

Pero, como es bien sabido, no todo es fácil en la vida de un héroe y, al igual que Supermán, Edward tiene una ‘kryptonita’, pues él mismo afirma que presenta dificultades respiratorias al utilizar productos cosméticos que tienen olores fuertes, como los jabones y lociones, los que pueden llegar a causarle una hemorragia; pero él decidió afrontar esta situación y buscar alternativas que no le causan alergia. 

A esta intención personal se sumó su amigo Roberto, con quien empezaron a hablar sobre hacer jabones artesanales y rescatar el conocimiento ancestral de sus abuelas, pues Edward cuenta que: “Antes las familias eran autosuficientes y producían lo que necesitaban desde el jabón hasta mermeladas, embutidos y demás”, de esta manera surgió la idea de crear la empresa Colibricare. 

De hecho, muchas personas les preguntan por el nombre de su empresa a lo que Edward siempre responde orgullosamente que deriva de un homenaje a los colibríes como aves polinizadoras del Páramo de Santurbán que representa para ellos: “Una zona que necesita del cuidado permanente y la defensa para asegurar ese futuro no solo para nosotros, sino para las siguientes generaciones”.  

Así mismo, Edward menciona que querían algo muy representativo y local, pero a la vez global, por lo que decidieron que el nombre sería en inglés, dejando colibri y añadiendo care (‘cuidado’ en inglés).

El amor por la ciencia + el cuidado del planeta = Colibricare

Este héroe pamplonés, además de ser defensor del medio ambiente, es docente en una zona rural, lo que le llevó a experimentar en la clase de química con estudiantes de onceavo grado una práctica de saponificación (proceso químico por el cual se obtiene jabón), así es como logra producir el primer jabón de Colibricare.

Entonces, así nace esta empresa, cuenta Edward que fue como: “La interacción entre una necesidad personal, una relación con un amigo con intereses comunes y la parte laboral donde traté de darle a los chicos, una visión de posibilidades de trabajo desde sus casas o fincas con lo que tienen allí”.

Edward realizó este ejercicio en clase sin saber que sería el primer producto de su futura empresa, fue hasta que terminó el año escolar que tuvo que empezar a vender esos jabones que se habían quedado del ejercicio. Para su sorpresa, el producto gustó bastante lo que le brindó una oportunidad de emprendimiento, además de hacer consciencia sobre el cuidado del medio ambiente y el rescate de la sabiduría ancestral que se encuentra en su comunidad. 

Dejar que la ciencia haga su ‘magia’

La primera interacción que tuvo Edward con las plantas fue a corta edad, pues mientras su abuela le cuidaba también enseñaba sobre herbolaria (aplicación de la botánica a la medicina); así que, Edward al iniciar Colibricare buscó ese conocimiento en personas de su comunidad. Y como buen científico, tuvo que mezclar esos saberes ancestrales con la química para hallar la ‘fórmula mágica’ de hacer sus jabones. 

Según nos cuenta, lo primero que hacen es escoger la planta, pues esta selección depende del jabón que quieran conseguir, ya sea corporal, facial o íntimo; lo importante es determinar que tenga propiedades benéficas para tal fin. 

Después, se realizan las extracciones, las cuales se hacen por maceración (que es un proceso químico donde se separan sustancias líquidas y sólidas), primero a través de aceites, como el de oliva, coco o girasol, entre otros; luego, en agua y alcohol. Debido a que, una planta tiene sustancias que solo se disuelven en agua o aceites, deben hacerse todas estas formas de extracción para aprovechar sus nutrientes.

Seguido a esto, formulan la cantidad de sosa cáustica (un compuesto químico), agua y aceite que se necesitan para el proceso de saponificación (en donde se va a transformar en jabón una sustancia grasa combinándola con sosa). 

Posteriormente, se mezclan las sustancias que hasta el momento llevamos. A continuación, se moldea el jabón para que este se solidifique en uno o dos días dependiendo del clima, debido a que si hace frío el proceso es más lento y si hace calor, más rápido. 

Apenas se solidifique, se corta y deja en maduración, que es el proceso donde cambian el pH del jabón porque la sosa cáustica que lleva es una sustancia con un pH alcalino, o sea por encima de siete; pero se quiere lograr un pH semiácido (por siete o debajo de siete) para que sea muy semejante al pH de la piel y esta no sufra ningún daño, recibiendo así todas las propiedades de las plantas a través del jabón. 

Este proceso de maduración podría tardar entre 28 y 30 días, en ese tiempo se irán midiendo los cambios hasta conseguir el pH deseado. Por último, se le da el ‘toque final’, donde se arreglan sus orificios y se empaca para la venta en cartón y plástico. 

A continuación, un resumen de cómo hacer jabón artesanal al estilo de Colibricare:

¿Cómo se elaboran los jabones artesanales? / ALUNA

¿Qué tan bueno es usar jabón de barra artesanal?

Además de que cada jabón contribuye a nuestra salud con sus respectivas propiedades que van de acuerdo con la planta utilizada para elaborarlo, está el hecho de que es un producto artesanal, lo que le permite ser más amigable con el medio ambiente. En este caso, las sustancias que se están utilizando para extraer los principios activos no se vuelven residuos que contaminan las fuentes hídricas (como los ríos).  

Así mismo, los ingredientes o materia prima para elaborar los jabones son orgánicos, de tal manera que cuando llegan al medio ambiente se van a degradar mucho más rápido, en comparación con los elaborados bajo ingredientes o sustancias derivadas del petróleo o sintéticas (como los jabones convencionales). 

Así lo comenta Edward, mientras da el ejemplo de los detergentes: “Que generan unas capas de espuma sobre los ríos y los cuerpos de agua, lo que hacen que no haya un intercambio gaseoso entre el cuerpo de agua y la atmósfera”, lo que conlleva a que tarden más en degradarse. 

Igualmente, y muy importante, es la manera en la que educan al comprar sus productos, pues estos son vendidos bajo el eslogan de: “Cuídate y cuida al medio ambiente”, lo que permite establecer un público consciente de cuidarse a sí mismo, al mismo tiempo que se preocupa por el bienestar del planeta. 

¿Por qué usar un jabón en barra artesanal es mejor para nuestra salud y el medio ambiente? / ALUNA

¡Alto! No todo es tan bueno como parece

Mientras hablamos de Colibricare podemos darnos cuenta que esta empresa ha logrado grandes cosas a través de sus productos y mensaje que quieren transmitir con ellos. Sin embargo, no todo fue tan fácil como suena, mucho menos por el hecho de ‘emprender’, pues tuvieron que enfrentarse con obstáculos del negocio como la falta de conocimiento en la industria cosmética y de marketing. 

Además, no es fácil educar a un público que está acostumbrado a comprar jabones convencionales con precios más bajos (y sin importar en cuánto afecte al medio ambiente), puesto que los artesanales cambian radicalmente desde los materiales que se utilizan para su elaboración hasta su forma de empacar, y no fue sencillo para Colibricare demostrar que: “No solamente se está vendiendo el producto, sino también el conocimiento de una persona plasmado en éste”.

Otro aspecto que debemos analizar es su empaque, puesto que siendo justos resulta un poco incoherente el hecho de empacar en plástico (sabiendo que es un producto que afecta negativamente al medio ambiente) un producto que fue pensado y realizado para que ayudará al planeta.

Así mismo, debemos pensar en cuánto realmente ayuda cambiar los productos que utilizamos diariamente, ¿vale la pena? ¿para qué complicarnos tanto?, puede que estas preguntas ronden en la mente de un lector tan curioso como usted y precisamente ahora le invitaré a que repare por un momento en qué tipo de jabón de ducha usa, en su jabón de loza, de manos, en los productos cosméticos y los envases de cada uno de ellos. 

Son muchos los productos que compramos esperando nos brinden un beneficio (ya sea necesario o por belleza), pero dejamos a un lado la paradoja y permitimos que siga siendo una realidad, cuando en verdad cuidar de nosotros no debería ser dañino para el planeta, por lo que considero el reto también está en lograr que nuestras prácticas diarias estén en armonía con lo que nos rodea.  

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¿Cuál es tu aporte en esta lucha?

Nunca habrá una sola solución, un antídoto o remedio para acabar con la cantidad de problemas ambientales por los que pasamos actualmente. No basta con que no te bañes. No existe un mesías en este tema de cuidar al planeta porque, de hecho, hay muchas posibilidades de contribuir, aunque sea con pequeños cambios, tan solo la manera de pensar diferente y comunicarle a los demás representa un gran avance en la lucha por un estilo de vida más amigable con nuestro hogar. 

Ideas de negocio como las de Colibricare empoderan las nuevas formas de hacer capitalismo (uno no tan destructivo), pues dentro de esta empresa no solo nos encontramos con los jabones artesanales, también ofrecen otros productos ecológicos que, si bien no son elaborados por ellos, sí permiten que encontremos más alternativas dentro de la oferta de nuestros productos cosméticos y de higiene personal. 

Así mismo, desde este emprendimiento buscan no solo hacer consciencia de la salud, sino que trabajan por llevar el mensaje de cuidar nuestro recurso natural más preciado, el agua, pues Edward comenta que quieren: “Aprovechar esta oportunidad para sabernos paramunos, porque somos hijos del páramo y bebemos agua del páramo y que, (…) es una lucha que debe permanecer”.

Finalmente, este emprendimiento nos demuestra que la pasión por lo que se hace lo es todo en la lucha ambiental. Si no sé algo, lo investigo. Si muchos no saben del tema, lo comunico. Si quiero cambiar mi estilo de vida y ser más ecológico, busco maneras. ¿Y si no encuentro? Las creo y así inspiró a una transformación, como lo ha demostrado Colibricare. 

Nota: me avisan cuando encuentren la solución y que no sea no bañarse, por favor. 

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Entrevistado: Eduard Cáceres
Creador de Colibricare
Instagram: @colibricare
Escrito por: Laura Nataly Bustos (Semillero ALUNA)

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