María y Rosario en su expedición con el héroe Nanofertilizante
Cuento basado en el artículo: ¡Un héroe del futuro!: nanotecnología que beneficia a las plantas y contribuye al cuidado del planeta
Escrito por Yineth Daniela Parra Laiton

Había una vez, en un rincón mágico que solo conocían María y Rosario. Dos gemelas con ojos celestes como el cielo y cabellos dorados en rizos suaves como hilos de oro. Eran tan dulces que los pájaros se posaban cerca de ellas, atraídos por su encanto.
Vivían en una tranquila ciudad donde la vida era sencilla, sin preocupaciones, pasaban sus días frente a una computadora. Sin embargo, un día, de manera inesperada, su jefe las despidió y tuvieron que mudarse a un pequeño pueblo a diez horas de distancia. Aunque no sabían nada sobre la vida en el campo, su buen amigo de la infancia, Pablo, les dejó quedarse en su casa y las apoyó mientras aprendían los secretos de la vida rural.
Al llegar a su nuevo hogar, la mayoría de los vecinos las recibió con amabilidad, excepto Jacobo, un hombre de semblante hostil y escasos amigos.
– Si ustedes no saben cómo se vive en el campo, ¿para qué se mudaron aquí? Solo causarán problemas. – Cuestionó Jacobo a las gemelas mientras las miraba con ira.
Ofendidas por su nefasto comentario, las hermosas gemelas decidieron retirarse a sus habitaciones y comentar lo sucedido.
– ¡Qué hombre tan grosero! Aunque creo que tiene razón. – Comentó Rosario con un toque de tristeza.
– Sí, fue muy irrespetuoso, pero no le prestes atención a sus palabras… Juntas demostraremos que sí podemos. – Respondió María con una determinación inquebrantable.
Fue entonces cuando escucharon la voz de un pequeño loro “Pru” “pru”, quien les pidió su ayuda para salvar el ecosistema del pueblo de un poderoso villano. Las gemelas que al inicio estaban asustadas por la repentina aparición, le ofrecieron su ayuda.
Al amanecer del día siguiente, comenzaron a investigar lo que estaba afectando el campo. Descubrieron que los productos químicos utilizados por los agricultores estaban dañando la tierra y el medio ambiente.
Decidieron compartir sus hallazgos con la sabia señora Virginia, una experta en la naturaleza y la agricultura que se había convertido en la guía de sus vecinos. Sin embargo, Jacobo intervino nuevamente.
– Su trabajo es regar los insecticidas en las plantas, no investigar. ¿O acaso quieren ser despedidas también de aquí? – Les dijo enojado.
Ellas prefirieron guardar silencio y se pusieron a trabajar. Durante la cena, finalmente se acercaron a hablar con la señora Virginia acerca de sus descubrimientos.
– Chicas, ¿cómo les ha parecido trabajar en el campo? – Preguntó Virginia mientras les servía una taza de chocolate caliente.
– Nos ha gustado mucho, la naturaleza es cautivadora y el aire es fresco. – Respondió Rosario, disfrutando de su taza humeante.
– Además, las actividades del campo nos mantienen en movimiento, a diferencia de nuestro antiguo trabajo en la oficina. – Agregó María.
En ese momento, llegó Jacobo y las interrumpió nuevamente, llevándose a Virginia.
– Rosario, ¿no te parece extraño que siempre que nos reunimos con la señora Virginia, aparece Jacobo para interrumpirnos? – Comentó María con astucia.
– Mmmmm Sí, es muy sospechoso. – Respondió Rosario antes de dar un gran mordisco a su arepa.
Después de comer, se reunieron con su amigo Pepe, el loro. Juntos investigaron a fondo soluciones para enfrentar el problema y encontraron que los nanofertilizantes son productos que se distribuyen eficazmente sin dejar químicos dañinos en el suelo.
Sorprendidas por su hallazgo, regresaron a la casa de Virginia para compartir la noticia. En ese momento, Jacobo, que escuchaba sus conversaciones, confesó ser el culpable de la degradación del ecosistema. Se transformó en una figura arenosa y secuestró a las gemelas junto a doña Virginia.
Atrapadas y temerosas, las gemelas y doña Virginia suplicaron por ayuda.
– Nadie las escuchará aquí. – Les dijo Jacobo con risa malévola. – JAJAJAJAJA He estado planeando destruir el suelo durante mucho tiempo.
Atrapadas y temerosas, las gemelas y doña Virginia suplicaron por ayuda. Sin embargo, Pepe, voló en busca de un aliado inesperado: el superhéroe de la agricultura, Nanofertilizantes. Con su traje verde y voz profunda, enfrentó al villano de los suelos muertos.
Mientras ambos luchaban, las gemelas y doña Virginia se liberaron y decidieron unirse a la batalla. Comenzaron a desechar los pesticidas dañinos y a utilizar los nanofertilizantes para revitalizar el campo. El villano de los suelos muertos se debilitó al ver el esfuerzo conjunto por preservar el ecosistema.
El villano se desvaneció lentamente, convertido en polvo, y la victoria fue para Nanofertilizante. Las gemelas, doña Virginia y Pepe se acercaron para agradecer al héroe, pero él les recordó que la verdadera victoria había sido la toma de conciencia y el esfuerzo colectivo por cuidar el entorno.
Después de esa experiencia, las gemelas regresaron a su trabajo en el campo, doña Virginia recomendó los nanofertilizantes, y Pepe continuó volando por el campo, sabiendo que su ecosistema estaba a salvo de amenazas. Y así, el campo volvió a florecer, lleno de vida y esperanza, gracias al trabajo en equipo y la dedicación de todos.
Cuento escrito por: YIneth Daniela Parra Lation. Escuela Normal Superior Antonia Santos, Puente Nacional.
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