La más de la más

Cuento escrito para el primer concurso intercolegial de cuento ALUNA.

Escrito por: Danitza Quiroga Morales

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uentan los cuentos que hace 22 años exactamente a las 4:22, era una tarde soleada llena de hermosos pájaros azules volando y disfrutando el clima en la playa de Tolú, se encontraba Rogelio el pescador, mejor dicho Rogelio Aguas. Rogelio tenía una lancha y se llamaba La más de la más, una vieja lancha que Rogelia amaba más que a nada.

Como todos los sábados, Rogelio estaba en la playa viendo las hermosas olas que lo rodeaban y sentando al lado de su lancha comiendo su maravilloso sándwich de pavo. En ese momento, vio una luz blanca tintinear en el horizonte, al tiempo que escuchaba una  voz muy dulce que decía: “¡Rogelio ven!” Una, dos, tres, hasta cuatro veces escucho esas palabras, le causó mucha curiosidad, así que se subió a su lancha y se dirigió hacia donde escuchaba aquella hermosa voz.

Llegó a la orilla de la playa y allí encontró a una maravillosa mujer de ojos claros con cabello rojo. Rogelio quedó hipnotizado con la belleza de la misteriosa mujer, así que se fue acercando más y más. Pero lo que no sabía Rogelio, es que esta hermosa desconocida era en realidad la Princesa Sirena del mar, quien quería vengarse de él, ya que Rogelio tiraba mucha basura al mar, y los peces estaban enfermando.

Así que, cuando Rogelio estuvo a centímetros de ella, la Princesa Sirena gritó:“RAMANDU TUKIN JASAKA” y en menos de dos segundos, la princesa le dio un beso al hombre en los labios, convirtiéndolo en un pequeño pez payaso de sus intensos colores naranja y blanco bordeados por una delgada franja negra.

Rogelio Aguas quedó sorprendido cuando se dio cuenta que era un pez. ¡No podía creerlo! ¡Debía ser una pesadilla! Pero no lo era, en realidad se había transformado en un pez payaso. No tuvo más opción que actuar como tal y nadar por el basto mar.

 Rogelio fue un pez durante 2 lunas menguantes, y le costó demasiado poder vivir durante ese tiempo, pues no había momento en el que se cruzara con alguna botella de plástico, y cuando se comía una alga, tenía que escupirla porque en realidad no era una alga…¡era plástico! 

El pobre hombre en cuerpo de pez sufrió mucho, pero no era el único. En esos días siendo un pez, Rogelio pudo hablar con otros animales del mar, y varios de ellos también estaban muy molestos por la basura que arrojaban los humanos. ¡Sin más! Muchos estaban enfermos del estómago por comer plástico. Entonces se dio cuenta que había causado demasiado daño a todos los animales del mar.

Pasaron las dos lunas menguantes, el hechizo desapareció y Rogelio Aguas volvió a ser humano, pero diferente, porque entendía el daño que había hecho al planeta. ¡Quería remediar sus errores! Así que tomó a su lancha LA MÁS DE LA MÁS y empezó a navegar por el mar para recoger la basura que arrojaban las personas.

Y a eso dedicó el resto de su vida, limpiar el mar. Rogelio nunca dejó de pensar en la Princesa Sirena, a la que no volvió a ver. Pero, lo que él no sabe es que cada día la princesa lo observaba desde el fondo del mar, muy orgullosa de su labor.

 

 

Cuento escrito por: Danitza Quiroga Morales

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