Un año tiene 365 días –la mayoría de las veces– pero sólo dos de ellos figuran como mis favoritos. ¿una apuesta por adivinar cuáles son? Estoy segura que no soy la única que espera pacientemente la llegada de estos para reunirse y disfrutar con toda la familia. Si… me refiero al 24 y 31 de diciembre, sin duda las mejores 48 horas de un año entero. Sí o sí visitamos a mis abuelos en su finca. Además de los momentos en familia, no puedo negar que una de las cosas que más amo de ese lugar, es la comida, porque todo se cocina con leña y para nadie es un secreto que ésta tiene un sabor ¡incomparable! Se me hace la boca agua con tan solo recordarlo. Pero aquí es donde comienza nuestra historia. Para conseguir este recurso natural, mis abuelos y las personas que viven en esta vereda, por lo general, cortan un árbol y de ahí parten el tronco en pedazos. Si… “cortan un árbol”, es cierto, tal cual como vemos en la siguiente imagen.
Actualmente en Colombia, muchas familias rurales aun cocinan con leña, y no precisamente por la falta de alternativas en el mercado, sino porque para ellos, es el recurso de fácil acceso y “gratis”. Aunque, si nos ponemos a pensar no es tan “gratis” como parece, al menos no para el medio ambiente; es como si le quitaran una parte del cuerpo al ecosistema. Este es el punto de partida para llegar hasta una solución innovadora a la cual quiero referirme más adelante, no sin antes mostrar lo grave que es este asunto de la deforestación.
Según una encuesta electrónica realizada en el proyecto “Causas de Degradación Forestal en Colombia: una primera aproximación” en el año 2018, elaborado por la Universidad Nacional de Colombia UNAL, el programa ONU-REDD y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia IDEAM; el 73,3% de los participantes indicaron que la tala que realizan es “no dirigida”, lo cual técnicamente significa que se hace sin planeación. Esto no solo genera grandes pérdidas de madera sino también ocasiona daños en grandes proporciones en los bosques. Esta tala, por lo general suele referirse a la tala ilegal. Según una publicación realizada por El Tiempo en el 2016, cada año en Colombia, por la deforestación clandestina, se pierden cerca de 48.000 hectáreas de bosque, estaríamos hablando de un área similar al sector urbano de Bogotá, que es la capital.
Para grandes retos, una mirada diferente.
Liliana del Pilar Castro Molano, docente de la facultad de Ingeniería Química de la Universidad Industrial de Santander, a través del grupo de investigación Interfase, ha trabajado en la obtención de energía renovable para brindarles a las familias rurales una opción para la cocción de sus alimentos, desplazando de esta manera la necesidad del consumo de leña.
Desde su laboratorio, Liliana nos comenta que todo lo que contenga carbono, hidrógeno, oxígeno, o nitrógeno, es posible convertirlo en energía renovable que toma forma en un combustible que podemos llamar biogás, el cual es producido en un equipo que, aunque es especial, también es sencillo y conocido como “biodigestor”. Liliana nos explica que, un biodigestor funciona como el estómago de una persona, en donde la alimentación del desayuno, almuerzo y comida llega a ese “estomago” y posteriormente se hace el proceso de digestión. De este proceso se producen desechos; una parte de estos se encuentra en fase gaseosa y la otra parte se encuentra en fase líquida y sólida, que, asemejándolo a nuestro estómago, ustedes podrán deducir fácilmente y con cierta picardía de qué estamos hablando. El alimento a este “estómago”, que para este proceso se le denomina “biodigestor”, es material orgánico, como por ejemplo, los residuos de cocina, cosecha, estiércol de vaca, cerdo, caballo, entre otros.
La fuente orgánica que más se utiliza es el estiércol (residuos de la actividad digestiva de los animales). Este estiércol se mezcla con agua lluvia y de esta manera se obtiene el biogás, compuesto por metano y dióxido de carbono. Inicialmente se espera un mes para que se produzca el gas, pero después la producción es constante.
Con este gas, por lo menos, pueden cocinar 5 miembros de una familia durante un día para desayuno almuerzo y comida. Además del gas, se genera un residuo sólido llamado “digerido”. Este producto contiene elementos como Nitrógeno, Fosforo y Potasio, propio para nutrir el suelo. Aparece entonces una formula económica favorable para los habitantes de nuestros campos. Con los residuos orgánicos de la finca se evitan el gasto de dinero tanto en energía como en fertilizantes para los cultivos.
Hoy en día, gracias al grupo de investigación INTERFASE, ya se cuentan con 6 digestores instalados en diferentes fincas del país, donde las personas pueden acceder al gas como energía renovable y cocinar sus alimentos. Un ejemplo es la vereda Acapulco en el municipio de Girón, en donde una familia está ubicada en una zona No-Interconectada, que significa que no tiene servicio de energía eléctrica por la red pública. Previamente esta familia utilizaba gas propano, lo que tenía un riesgo en el transporte, ya que se desplazaba por caminos de difícil acceso. Así mismo, el costo del propano y las dificultades de acceso al recurso cuando se les agotaba el gas para cocinar.
Acapulco, 4 vacas y más gas.
A este lugar llegó el grupo de investigación INTERFASE. La finca contaba con 4 vacas, y su estiércol se convirtió en el alimento del digestor. Además, en la finca, se empezó a usar el “digerido” (que es el otro producto que se genera del digestor) para regar pastos, lo que ha promovido el rendimiento del ganado. En el video que se muestra a continuación, se puede observar el funcionamiento de este sistema en una familia rural.
Y ante una mirada diferente, no faltan los inconvenientes
Y es que no todo es un paseo de olla en donde se disfruta y se goza. Como todo tipo de tecnología y especialmente cuando su uso no es masivo, se pueden presentar ciertos inconvenientes ya sea en la etapa de construcción o en la etapa de operación. Sin embargo, para Liliana, estos problemas realmente se convirtieron en “retos”.
Pero, ¿cuáles serán los retos que enfrenta el grupo de investigación de Liliana? Como se habló anteriormente, para el funcionamiento del digestor, se simula nuestro estómago y como la temperatura corporal es cercana a los 37°c, en los lugares de climas fríos se han presentado inconvenientes porque el gas sale en una menor cantidad y calidad. Cuando Liliana hablaba de calidad, se refiere al contenido de metano, el cual es el elemento que determina la capacidad de producir energía por parte del biogás. Además, el digerido también sale con unas características poco deseables para utilizarlo directamente, lo que ha presentado un reto de cómo controlar o mejorar este tipo de situaciones en climas fríos. En cuanto a la parte social, las personas están aferradas a consumo de leña ya que en diferentes ocasiones piensan que el gas está contaminado porque proviene del estiércol.
“Como investigadores hemos tenido la culpa de eso”, dice Liliana. Según la investigadora líder en el desarrollo de esta solución innovadora, es mucho más efectivo realizar primero un trabajo con la comunidad y después realizar la implementación total de la tecnología. Por lo anterior, se requiere una sensibilización inicial de las ventajas y condiciones de la solución y hacer el acompañamiento durante la instalación y operación del digestor.
Detrás de todo proyecto siempre existirán inconvenientes y esto no es secreto para nadie. Muchas veces esos inconvenientes dan una mano para perfeccionar las ideas. Es normal que se nos presenten cosas que no esperábamos. Lo importante es superar estas barreras hasta llegar al punto que queremos. Un ejemplo claro es la docente Liliana del Pilar, para ella no son “inconvenientes”, al contrario, son “retos”, retos que piensa superar en compañía de su grupo de trabajo. En el siguiente Podcast, Liliana, una mujer apasionada por la naturaleza y la investigación, nos cuenta un poco a cerca del secreto principal para tener éxito en cualquier proyecto.
Entrevistado: Liliana del Pilar Castro Molano
PhD en Ingeniería Química. Docente, Universidad Industrial de Santander
Periodista: Sharitz Daniela Mantilla
CONCEPTOS CLAVE
- Biogás: Gas combustible que se genera en medios naturales, por las reacciones de biodegradación de la materia orgánica y mediante la acción de microorganismos.
- Materia orgánica: Materia elaborada de compuestos que provienen de los restos de organismos que alguna vez estuvieron vivos, tales como plantas, animales y sus productos de residuo en el ambiente natural.
- Biodigestor: Contenedor cerrado, hermético e impermeable dentro del cual se deposita materia orgánica y agua. Esta mezcla, mediante la fermentación anaeróbica de los microorganismos, es degradada obteniendo Biogás.
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Palabras clave: Energía sostenible, energías alternativas, energías amigables, gases de efecto invernadero, deforestación, energía renovable